| Artículo | José Carlos Canalda | 30 de noviembre |
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LA COLECCIÓN LUCHADORES DEL ESPACIO Y YO Tendría alrededor de diez años, así que debió de ocurrir hacia 1968 o 1969. Por aquel entonces todos los críos de mi edad leíamos mucho más de lo que leen los chavales ahora; no porque fuéramos más cultos, sino porque la televisión se limitaba a las dos cadenas de TVE (y eso quien tenía la suerte de pillar la segunda, que no era mi caso) con una programación además mucho más reducida que la de ahora y, por supuesto, no había nada parecido a las videoconsolas o internet. Así pues, leíamos. ¿Qué leíamos? Pues, básicamente, tebeos e historietas gráficas (todavía no se llamaban cómics) tales como El Capitán Trueno, El Jabato, Hazañas bélicas… la oferta era extensa, y su precio asequible. La literatura juvenil no estaba tan extendida como ahora, aunque existían colecciones tales como Historias, de la editorial Bruguera. Ah, se me olvidaba, también hacíamos colecciones de cromos, muy populares entonces. |
| ENTREVISTA | José Jorquera Blanco | 30 de noviembre |
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Detrás de cada escritor hay un motivo, un impulso, una necesidad. ¿Cuál fue el tuyo? Las novelas que había estado leyendo desde pequeño, ellas fueron las que me empujaron a escribir: 20.000 leguas de viaje submarino, El corsario negro, La historia interminable, la saga de Dragonlance… disfrutaba muchísimo con ellas, pero también me gustaba sentarme delante de un cuaderno e inventarme las mías propias. De ahí a querer ser un escritor profesional es un proceso que, imagino, les ocurre a muchas de las personas que escriben de forma esporádica. Acabas acariciando la idea de llevar tus historias a los lectores y das un paso más serio. |
| Audio relato | Por David Jasso | 30 de junio |
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Bajó el sonido de la tele y miró a su abuela. Se había quedado dormida tras tomarse su leche con galletas; se la veía tan mayor ya, pensó. La dejó un momento a solas. Quizá una manzanilla la sentase bien antes de acostarse, había sido un día duro y necesitaba descansar. Nada más regresar se la encontró de pie, se estremeció por completo. La taza se resbaló de sus temblorosas manos sin fuerza para sujetar nada… |
| Breve fantasía | Sara Martínez | 30 de noviembre |
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ASPIRACIONES HUMILDES Un dragón. Eso habría estado bien: desgarrarme épicamente en sus fauces. Ser engullido y arder, ya más despojo que hombre, en sus crueles entrañas de fuego. Un final con caché. Tan solo pedía eso. Un buen ogro… (…) |
| Relato fantasía | José Carlos Canalda | 30 de noviembre |
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CAMBIO CLIMÁTICO —No cabe duda, el tiempo está cambiando. Cada vez hace más calor, los hielos retroceden en las montañas, los árboles y las plantas florecen antes, los animales emigran al norte, sustituidos por otros llegados del sur… —No exageres —le rebatí a mi amigo—. El tiempo siempre ha estado cambiando; a un año frío le sucede otro caliente, las sequías se entremezclan con las inundaciones… yo no encuentro nada de particular. —No te falta razón… —porfió este con tozudez—, pero ahora es distinto. Llevamos ya bastantes años en los que la temperatura siempre supera a la del anterior. Y eso no puede ser casual. |
| Relato CF | José Ángel Conde | 30 de noviembre |
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FIBRA Ya no te parecen tan lejanas las luces de Skanoleon. La ciudad que se copia a sí misma se sigue expandiendo. Los ancianos del clan cuentan con mecánica nostalgia cómo en otro tiempo habían tenido permiso para vivir en el interior de las ciudades y cómo los inviernos nucleares les habían alejado de forma definitiva de ellas… porque las habían destruido. No importa cómo se narren las historias; vives en sus mismas ruinas, en un paisaje heredado que se extiende con la forma de un vertedero de metal, plástico y hormigón, constituido por los bloques de una civilización derretida, descompuesta (…) |
| Relato terror | Lin Carbajales | 30 de noviembre |
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LA CARA AUTÉNTICA ¿Cuál es el significado de una cara? Su aspecto no determina la personalidad tras ella, y, aun así, tanto se presume de un vistazo… El espejo casi le hacía llorar, pues odiaba la suya. Sus emociones se aferraban tan solo al consuelo de sus caras postizas, máscaras de piel de sus víctimas. Se puso la de una chica bonita, la que le pareció adecuada para ese día, y se miró. Era un parche crudo, y del todo ineficaz para cualquiera que lo viera, pero se consolaba con lo que podía, y le ayudaba a estimular su imaginación. Fantaseaba con que aquellos pómulos, con el perfil rosado que les había puesto con maquillaje, eran los suyos propios, y los tocó con anhelo y pena, con el corazón roto por el conocimiento del horror que había bajo la piel curtida, de saber que vivía una historia falsa. |
| Relato CF | Daniel Verón | 30 de noviembre |
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LAS VENTANAS Corrían tiempos en que los hombres ya no sabían de todo lo que pasaba en las incontables miles de galaxias. Luego de haber conquistado todo el Grupo Local y aún el Supercúmulo Local, la comunicación no era posible a través de tantos miles de millones de años-luz, de modo que sucedían muchas cosas de las que nadie tenía idea o solo unos pocos se enteraban. La Federación estaba, a su vez, en un proceso de cambios luego de la desaparición de las antiguas razas humanas. En realidad, ni siquiera había una seguridad total de que hubieran desaparecido del todo. Lo único que estaba claro era que las antiguas razas habían cedido su lugar a otras, pero el «modelo humano» en sí no había desaparecido en modo alguno. |
| Relato terror | Román Sanz Mouta | 30 de noviembre |
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LOS TRES DE LA MUERTE Estáis en busca de una casa para pasar las vacaciones, para volver a sentir el ambiente de pueblo. Para revivir juventudes, ya hartos de la ciudad tan necesaria para tu familia. Romper la rutina y desconectar es el objetivo. Que vuestro hijo pueda sentir y oler una infancia similar a la de sus padres. Pese a los mapas ojeados, a la hoja de ruta imprimida, al GPS, y a la voz chillona de tu mujer, os encontráis perdidos. Entre casas espaciadas por campos de cientos de metros de cultivo. Un desierto rural. |
| Relato fantasía | Ariel Ledesma Becerra | 30 de noviembre |
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VÍSPERAS DE UN DÍA DURO EN LA VIDA DE UN RECAUDADOR DE IMPUESTOS Ruibarbo se sentó pesadamente en la silla de la mesa de la cocina, los hombros caídos, con un suspiro. Al oírlo, Zafiro se volvió para mirarlo, cuchara de madera en mano y el ceño fruncido. —¿Preocupado? Ruibarbo volvió a suspirar, más profundo, con un movimiento notorio de su pecho. Se pasó la mano la mano derecha por la sien, gris en su proceso de encanecer. —¿Qué estás haciendo? —preguntó forzando una sonrisa que sus ojos desmentían. |
| Relato CF | Héctor Espadas López-Tello | 30 de noviembre |
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YO, EL ORDEN Al principio no había orden. El espacio era un lugar basto donde la energía fluía sin coherencia, despilfarrándose. Al principio no era yo, era un todo desperdigado. El espacio era caótico y de repente surgió la vida: la máxima representación de la arbitrariedad, de la indeterminación, de la infinita posibilidad de cambios. Y quiso la vida, en su afán por lograr todas las probabilidades a su alcance, tras numerosas peripecias y evoluciones, crear a unos seres capaces de dar un orden, un sentido, a las cosas. La energía surgiría cuando ellos lo deseasen y ya no sería desperdiciada. Lentamente comenzarían a dar forma y orden al universo, empezando por su planeta. Estos eran los seres humanos. |