| Artículo | José Carlos Canalda | 27 de febrero |
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EL EROTISMO EN LAS NOVELAS DE A DURO Dentro del ámbito de la literatura popular española, y más concretamente en el género de las novelas de ciencia ficción, el erotismo ha seguido un camino completamente paralelo al de los avatares políticos y sociales de nuestro país. Así, en los años en los que la censura franquista prohibía tajantemente cualquier atisbo de exaltación sexual, no es de extrañar que las novelitas de entonces fueran aptas, en el sentido más literal de la palabra, para todos los públicos. Paradójicamente una de las exigencias impuestas a los escritores —en este caso por motivaciones comerciales de las editoriales— era que en todas las obras apareciera necesariamente una protagonista femenina que, como cabía esperar, habría de acabar enamorándose —y, esto se daba por supuesto, casándose— con el héroe de turno, regla inflexible que obligaba a veces a los autores a hacer verdaderas filigranas argumentales con tal de meter a las féminas en la narración aunque fuera necesario hacerlo con calzador. |
FUTURO MUERTO EN LOS OJOS DE LA EMPERATRIZ Tejiendo vidas, hilos, hebras de un porvenir; un asidero de probabilidades que nos lleve hacia un camino de proyecciones (…) |
HILO DE ORO Tengo que reconocer que cuando me dijeron que la casona de Escandona se había quemado experimenté un vergonzante sentimiento de alivio. Mi tío Ramón me llamó aquella fría tarde de finales de invierno a la universidad, para darme la noticia: Escandona y todos sus preciosos tesoros se habían evaporado entre el humo. Siempre tan ahorrativo con el teléfono, mi tío me dio escasos detalles del siniestro, así que tuve que hacer algunas llamadas a Oviedo y Unquera para conocer con más precisión las circunstancias que habían rodeado al incendio, un desastre que encubriría para siempre el denigrante robo que cometí en la vieja casa solariega, ya que la biblioteca de esta había desaparecido por completo entre las llamas. |
| Artículo | José Carlos Canalda | 20 de febrero |
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CÓMO SE GESTÓ LA SERIE DEL ORDEN ESTELAR Como es sabido, las dos series de ciencia ficción españolas más importantes son la Saga de los Aznar, de Pascual Enguídanos, y el Orden Estelar, de Ángel Torres Quesada. Aunque ambas cuentan con una longitud equivalente —rebasan la cincuentena de títulos—, sus diferencias son no obstante notables, empezando por la época en la que fueron escritas: mientras la parte original de la Saga es de los años cincuenta, con una continuación a mediados de los setenta, el Orden Estelar es bastante más tardío, puesto que sus novelas fueron escritas entre los primeros años de la década de los setenta —coincidieron, pues, parcialmente, en los quioscos con la reedición de la Saga— y el colapso de las colecciones de bolsilibros a mediados de los años ochenta. |
A119 «¡Por fin en casa… a 384.000 kilómetros de la Tierra!», se dice Victoria Brown despresurizando su traje ya dentro de la estación minera Armstrong. Hija de Salma Nielsen, primera mujer en seguir los pasos del pionero masculino sobre la Luna, Victoria llega al satélite con la importante y dolorosa misión de sustituir durante los próximos seis meses a su malogrado colega. Según las autoridades, Peter Fossum, único controlador de la Armstrong, ha muerto víctima de una fatalidad: un asteroide, peñasco volante, lo ha pulverizado mientras conducía su Rover lunar. |
HOSPITAL Variando ligeramente la famosa frase atribuida a Juan Pablo Castel, puedo confesar sin rubor que siempre tuve aversión a los hospitales, en especial a los de la Seguridad Social. Evito entrar en ellos siempre que puedo, y cuando no, trato de permanecer en su interior el menor tiempo posible. Pero ese dos de marzo hube de resignarme a acompañar a mis ancianos padres, que debían someterse a unos análisis de sangre. |
ALGO DE TI EN EL E-MAIL De súbito me despierto y salto con presteza del sillón donde yacía adormilado. ¿Qué ha sido eso, un pitido? ¿Eres tú, amor mío, por fin has vuelto? Esperanzado y temeroso recorro la penumbra con ojos irritados, buscando cualquier indicio de tu presencia. El corazón golpetea anhelante en mi pecho mientras boqueo en el aire viciado de la sala. Pero la decepción de nuevo me sosiega, tan solo ha sido una falsa alarma y tú sigues ausente. Miro desesperado hacia la fría pantalla del ordenador. Sobre el hipnótico fondo negro se arremolinan extrañas formas que evolucionan en una danza multicolor. Nada, ningún sonido, no hay mensajes en el correo electrónico. |
PAPÁS NOEL NEUMONÍA. Los enfermos de neumonía infecciosa a menudo presentan una tos que produce un esputo herrumbroso o de color marrón o verde, o flema y una fiebre alta que puede ir acompañada de escalofríos febriles. (Wikipedia) Así empezó noviembre de aquel año para el pobre Papá Noel. El típico catarro mal curado durante el veranillo de San Miguel. En octubre fue empeorando. Los esputos escandalizaban a los enanos y asqueaban a los renos, cuyos cuernos a veces quedaban pringados. Y ya en noviembre, las tiritonas apenas le dejaban coger paquetes y caminar en línea recta. El primer desmayo sucedió el 8 de diciembre. Los enanos lo acostaron. Rudolph tenía el hocico pegado a la ventana nevada, y velaba día y noche, temiendo que cada ataque de tos fuera el último. |
| Artículo | José Carlos Canalda | 11 de febrero |
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PASCUAL ENGUÍDANOS USACH, PATRIARCA DE LA CIENCIA FICCIÓN ESPAÑOLA Aunque son muchos los novelistas, guionistas y dibujantes españoles que se significaron por su nunca reconocido —ni agradecido— trabajo en la literatura popular, dentro de la ciencia ficción la nómina de autores se reduce considerablemente debido a que, por tratarse de un género minoritario en comparación con otros como el del oeste, el policíaco o el bélico, no fueron demasiados, en comparación con el total, los que lo abordaron, e incluso bastantes de ellos se puede decir que lo hicieron de forma tangencial volcándose principalmente en otros géneros, si no mejor pagados, sí más sencillos de escribir. |
EL APRENDIZ DE BRUJO El día que Luis M. construyó el primer —y único— transdimensionador de la historia de la humanidad, estaba muy lejos de sospechar las consecuencias de su revolucionario descubrimiento; sólo así puede explicarse que fuera su mano la culpable —involuntaria, pero no por ello menos responsable— del mayor desastre acaecido jamás. El transdimensionador, como su nombre indica, era un artefacto capaz de perforar las infranqueables fronteras que separaban a nuestro universo de otros paralelos, permitiendo así una comunicación bidireccional entre ellos. En realidad a Luis M. no le movía otro afán que la simple curiosidad científica, y no anhelaba otros beneficios que no fueran la mera satisfacción de comprobar lo acertado de su teoría pluridimensional… |
| ENTREVISTA: Encuentro 009 con Amparo Montejano | 7 de febrero |
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**Banda sonora de la entrevista aparecida en el CD Especial NGC 3660 – HispaCon 2008]: Entradilla: «Territorio inexplorado» (Antonio J. Cebrián). Cierre: «Hacia el corazón de la Galaxia» (Néstor Darío Figueiras). | Encuentro 009 | Entrevista realizada por Pily Barba | Indice de encuentros | |