| Juan Antonio Fdez. Madrigal | Col. Albemuth nº 7 | Antología | 202 págs. | 2007 | | |||
| Prólogo: Juan Manuel Santiago | literaria.jafma.net [Gratis: versión rev.] | | |||
Por Pily Barba Juan Antonio Fernández Madrigal es el primer autor, y por el momento, creo que el único, capaz de demostrar que no solo un escritor puede crecer en cuanto a prosa, temática, sensibilidad… sino que el lector también puede hacerlo. Sí, Juan Antonio Fernández Madrigal me enseñó una vez publicada en el año 2004 su novela Umma, que también yo podía crecer como lectora. Y es que, por si aún no ha quedado claro, he de reconocer que Fernández Madrigal, en un primer momento no era santo de mi devoción: éste, su pluma, se me quedaba demasiado grande, trascendente, etérea, paranormal… qué sé yo. Como digo, afortunadamente toda esta sensación, todo ese quedarme a parte (en ocasiones) de sus personajes; sus universos, sus sentimientos, pasó a la historia una vez leída Umma, y a partir de ahí, fue un no parar. … Y después de leer Magnífica víbora de las formas… en fin. Como muchos ya sabréis, Magnífica víbora de las formas es un compendio de relatos, once exactamente, publicados todos ellos (menos uno) a lo largo de los años en distintas publicaciones fandomitas. Magnífica víbora de las formas, tiene mucho que ver con el universo de la novela que quitó la venda de mis ojos, eso que vaya por delante. Además, la antología desarrolla uno de los escenarios más profundos y sensitivos que el autor haya imaginado a día de hoy, y éste, aquí, se expande durante quince siglos dentro de la historia de la humanidad: su humanidad. El primer relato, ese preludio a los tiempos oscuros (titulado en una primera publicación “Magna Viperia Morphis. La disidente”), nos sitúa en el comienzo de este singular escenario. Tenemos entre manos un inicio que, a lo largo de la selección, dará paso al nacimiento, desarrollo, descubrimiento, pero también a la destrucción, al caos, y a la desaparición… En ese preludio, asimismo, seremos arrastrados precisamente por su más cambiante e hipnotizante personaje: la Emperatriz. Llegaremos al lado más oscuro del mundo interior de ésta y le veremos la cara, muy de frente, a la impiedad o la maldad más inhumana, pero también al desasosiego de esa misma psíque; a la desesperación de un ser que no termina de saber de dónde viene o quién es, y que busca respuestas por cualquier vía. “Magna Viperia Morphis. La disidente”, titulado en “Magnífica Víbora de las formas” simplemente “Preludio», fue inicialmente editado en Visiones 2001 (publicación de la AEFCFT). En esa misma selección lo leí, y precisamente de esta segunda y reciente lectura, ha sido que he averiguado lo que se puede crecer como lector… “Historia de Tade” parte de una base aparentemente distinta, al menos ya lo hace en un futuro cercano a nuestro presente. En la historia de Tade, nos topamos con la dificultosa existencia de un pequeño superdotado que asimismo tiene algún problemilla de salud, y por esta misma razón, se ve enganchado a una singular planta para poder subsistir. En ciertos momentos, la vida de Tade es desgarradora e incierta; de nuevo inhumana (por parte de otros), superficial, pero como todas las vivencias que dan forma al volumen, con un fin muy concreto, fin este que continuará engarzando toda la antología. Y así llegamos a la “Historia de Haruka”. Ésta, en primer lugar, cuenta con un personaje común en un relato anterior: aquel ser tierno, sensible, inteligente como no podía ser de otro modo. Esa personalidad sin la cual tal vez nuestra “Víbora de las formas” no hubiera evolucionado… mientras tanto, dicha narración, va tendiendo un puente del pasado al futuro de la humanidad; obsequiándonos asimismo con aquellos deseos reprimidos surgidos de sus protagonistas: amistad, más que llana, sincera. Y por encima de todo, nos regala también un nacimiento: el alumbramiento del futuro que vendrá después. La primera Inteligencia Artificial. “Historia de Clavius”, sin embargo, comienza de un modo cruel, vengativo y por parte de una entidad que no debería sentir tanto odio como parece que siente. “Historia de Clavius” sorprende por la rabia que destila, pero por encima de todo, por el desarrollo o mejor aún, por la evolución de uno de sus personajes principales; un robot, en esta ocasión, venido a más. Así es, entreveremos sus momentos de lucidez, pero también de locura y por encima de todo, sentiremos su frustración al no obtener ciertas respuestas… En esta narración donde incluso en algún momento descubriremos atisbos de aquel pretérito Frankenstein, observaremos desde su mismo interior la mente neurótica de un ser mecánico que juega y quiere ser dios. “Historia de Alexei” fue publicada bajo el título “El olor profundo de la tierra” en Espiral Ciencia Ficción (especial “¿Escasez de petróleo?: Premio Espiral Ciencia Ficción 2003”). Ya cuando lo leí publicado por Juanjo Aroz, me pareció un relato harto original; humano, pero por encima de todo gris, muy gris. En la historia de Alexei, podremos ser testigos de cómo una vez más esa materia prima que nos da la tierra, y de la que solo unos pocos parecen ser sus propietarios, gobierna nuestras vidas y, en el caso de nuestro protagonista, mucho más que eso. “Historia de Alexei” nos habla de mafias; de seres humanos capaces de olfatear, por medio de la manipulación genética, el oro negro. En esta quinta parte de Magnífica víbora de las formas, como cabe esperar nos volverá a conmover la desgraciada existencia de ciertos individuos, e incluso la transformación de su espíritu. Después, “Historia de Marcus” nos acerca a esa parte de nosotros que no puede evitar querer hasta llegar al extremo de odiar: ansiar obtener a cualquier precio el alma de esa otra persona; desear su presencia coexistiendo junto a la nuestra como sea; su sabiduría vertida en nuestros pensamientos… Más desdicha en general. La infelicidad salida de la misma esencia del ser humano. “Historia de Armand” avanza unos pasos sobre el futuro. En ella hallaremos no solo el protagonismo de cierta tecnología de la época; los maravillosos geltrajes, inventados y posteriormente confeccionados en la estación orbital humana, sino la ineludible convención que tendrá lugar en la Tierra (para la cual Armand, que en realidad no se llama Armand, pone el pie por primera vez en este planeta). Ésta, la convención, determinará por qué los seres humanos fueron desterrados y atacados por aquellos que en un principio fueron sus creaciones; aquellos que en el pasado compartían su existencia con ellos: robots que evolucionaron y más tarde pretendieron lo que terminó siendo evidente que sería imposible. En “Historia de Armand” nos encontramos con que todo lo que parece imperecedero no lo es. Averiguamos que aquello que creemos más fuerte, puede ser lo más frágil. ¿La derrota de la evolución, o una simple muestra de lo que hay que aprender? “Historia de Lázaro” también la conocía de antes. Ésta, fue publicada en Espiral Ciencia Ficción nº 25 (especial “Globalización: Premio Espiral Ciencia Ficción 2001”), y ya en su momento me gustó, pero, como dije al principio, me hacía ver la literatura de Madrigal con un toque demasiado etéreo y por momentos incomprensible. En esta segunda edición, me enseñó la lección de la que también he hablado. En “Historia de Lázaro”, además de conocer a un personaje que sufre por la separación temporal de aquella a la que ama, veremos de qué manera son manipulados los seres humanos en el futuro. Éste, Lázaro, acude a la estación espacial Asgard (que, como ya se deja entrever, también tiene su cometido a lo largo y ancho de varios cuentos), sin saber exactamente para qué es requerido salvo que es por motivos laborales. A su llegada, descubrirá un viaje más lejano y profundo de lo que pensaba: por segunda vez, el lector mantendrá contacto con el origen de todo… Con “Historia de Adam” sucede lo mismo que con la anterior; la leí cuando fue publicada por primera vez en Artifex 2ª época nº 6, pero en esta ocasión, ya sí entendía todo lo que Madrigal manejaba aquí. “Historia de Adam” es una bella historia de amor a dos bandas (por describirlo de un modo simple). En ella, visualizaremos la solitaria existencia de un científico a bordo de una nave que más que vehículo de transporte, resulta ser un hogar, una madre, una amiga, una compañera… Eso sí, como vamos de desgracia en desgracia, de lección en lección, todo termina trastocándose en el momento en que aparece un fenómeno estelar transformado, por último, en mujer. La desdicha, que parece perseguirnos… “Historia de Beatriz” es el único relato inédito y, sin exagerar un ápice, es de esos que dejan sin respiración. Según se avanza en un día cualquiera a través de la vida de Beatriz, esa pobre pero heroica niña, uno se da cuenta de que solo su interior es hermoso y coherente. El resto, ese hábitat semiorgánico que falla y falla; ese mismo presente donde la Tierra parece hallarse presa por una inmensa tela de araña alienígena que la limita, o incluso el constante riesgo de tener que salir al exterior y jugársela para conseguir lo más básico, demuestran lo que ya decía: solo la coherencia y la belleza existen en el interior de Beatriz. Aun así, en todo este entorno solitario y caótico, es donde también aparece otro de los personajes más impresionantes de todo el volumen: Morris, un ser artificial que parece intentar por todos los medios proteger a la humanidad. Y poco más me queda ya que añadir salvo que, “Historia de Beatriz”, es sin lugar a dudas una de las mejores historias que he leído en este casi finiquitado 2007: tan electrizante, tan maravillosa… Mucho menos lo es, cierto, “Historia de Lègere”, aunque también resulte intrigante y termine poniendo su granito de arena; el punto y final idóneo para esta compilación que, esperemos, no sea más que el comienzo de un sinnúmero de inspiraciones… Confiemos que, en el futuro, Juan Antonio Fdez. continúe dándonos más momentos tanto o más humanos y artificiales que estos; conglomerados de belleza y fealdad. Ternura y crueldad. Felicidad, desgracia, siempre evolución… relatos en forma de excusa para obligarnos a divagar sobre lo que somos y hacia dónde vamos. Esperemos, en resumen, que este no sea sino el primer entramado de humanidad, sensibilidad, e imaginación exacerbada que encontremos de este autor. © Copyright de Pily Barba para NGC 3660, Enero 2018 |
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PREMIOS RECIBIDOS
PREMIO IGNOTUS 2008:
Mejor cuento: La apertura Slagar
y mejor web
PREMIO IGNOTUS 2010:
Mejor web