Por Florence Behm
III. HACIA LA ESCRITURA
INTRODUCCIÓN
A mediados de los años 70, se estimaban a 50 los autores de CF realmente famosos sobre un total de 300 o 400 —un 60% de ellos viviendo en los EEUU—. Hoy, la proporción no habrá cambiado mucho, aunque sí el número total. En medio de este panorama internacional, la presencia de la CF española es escasa. Pocos autores se dedican a escribir CF, y aún menos logran publicar sus obras dada la deficiencia de los canales de promoción del mundo editorial.
La CF peninsular de los primeros años dejaba mucho qué desear por su estilo y estructura literaria, y escribir CF no era una vocación, sino un divertimiento. En España, este movimiento literario empezó a consolidarse con José de Elola o más tarde con Ribera… pero muchos de los autores de la época eran polivalentes, y pertenecían al «mainstream», dedicándose a escribir algún cuento de CF de paso o apareciendo con alguna obra en colecciones no especializadas. Algunos autores, como Santos o Ángel Torres, empezaron con la serie B, para luego hacerse famosos en colecciones especializadas que empezaron a multiplicarse a partir de los años 60, cuando nacieron los futuros editores o directores de colecciones, revistas o fanzines. A finales de esta década, se decía que existía una naciente escuela española, bastante parecida a la inglesa por su realismo. Contaba con Vigil, Santos, Frabetti, Atienza, J.J. Plans… No podían vivir de escribir —tampoco en la actualidad— y por eso, los autores exclusivamente dedicados al género que tuvieron alguna continuidad, siempre han sido una minoría. Además, por desconfianza e ignorancia, el lector español como el editor siempre han preferido una mala traducción de cualquier obra anglosajona a una obra —«poco comercial»— de autor nacional.
Los pocos autores que hay hoy en día y que empezaron a conocer el género con Verne, «Ignotus», las colecciones Futuro y Nebulae o con los cómics y películas de su época, pertenecen en su mayoría a la generación que apareció con Nueva Dimensión, pero la precaria vida de las revistas y de los fanzines dedicados al género impidieron el nacimiento de una verdadera escuela española con características propias.
Estos autores, generalmente hombres, proceden en su inmensa mayoría del campo del periodismo o del profesorado, con buena proporción de estudiantes. Mi trabajo no será exhaustivo, pero para dar una muestra del panorama literario de la CF española, he seleccionado a ocho autores todavía en activo, y bastante publicados, de generaciones y características diferentes. Reconocidos por el fándom, presentes en la última HispaCon de 1992 y recomendados por Miquel Barceló en su Guía de lectura, estos escritores son Santos, Bermúdez, Cidoncha, Torres Quesada, Redal y Aguilera, Marín Trechera y Elia Barceló. Con ellos, abordaré varios campos temáticos, de los más clásicos a otros más actuales y veremos por qué pueden merecer tanto interés como los extranjeros.
ALGUNOS RESULTADOS DE LA ENCUESTA A LOS AFICIONADOS
¿QUÉ AUTORES CONSIDERAS QUE SON LOS MEJORES DENTRO DE LA CF ESPAÑOLA?
Eugenio Sánchez Arrate
Rafael Marín: tiene el mejor estilo literario (aunque es irregular).
Elia Barceló: hace buenos perfiles psicológicos y tiene gran sentido de la condición humana.
Bermúdez Castillo: tiene una calidad media excepcional. Es el más profesional, siempre está a la altura de las circunstancias.
Cidoncha, Torres Quesada y Santos también me gustan pero son más limitados en su estilo o su producción.
Juanma Santiago
1º Gabriel Bermúdez Castillo, porque él solito ha invento la CF «castiza», posee un sentido del humor avasallador, inventa situaciones como nadie y ha escrito la mejor novela de CF española (El Señor de la Rueda) y el mejor relato («Cuestión de oportunidades»).
2° Elia Barceló, porque es la mejor estilista del género.
3° César Mallorquí. Es capaz de escribir un cuento de CF a la americana que podría competir por un Hugo («La pared de hielo») y a la vez el primer cuento de CF costumbrista española («El mensaje perdido»).
4° Félix J. Palma, porque es ahora mismo el escritor con más proyección de futuro en la CF española.
Manuel Aguilar García
Elia Barceló y Rafael Marín Trechera seguidos por César Mallorquí. Elia ofrece una técnica depurada, una gran sencillez y unos planteamientos personales de gran interés y fácil acceso al lector incluso en los relatos más experimentales. Rafael une a su excelente prosa unas ambiciones temáticas nada desdeñables. César une como Elia depuración técnica con gran sencillez y es una de las grandes promesas de la CF española.
Juanma Barranquero
El mejor, muy por encima de los otros es Gabriel Bermúdez, porque su calidad a lo largo de media docena de novelas ha sido bastante alta, y porque escribió El Señor de la Rueda y Viaje a un planeta wu-wei, que considero imprescindibles. Rafa Marín por Lágrimas de luz, aunque lo que ha escrito después no me dice nada. César Mallorquí, porque con cuatro cuentos ha conseguido tres premios o menciones, y en mi opinión muy merecidos. Redal y Aguilera porque se atreven a hacer space opera y, lo que es mejor, lo hacen bien. Elia Barceló, porque me gustan su estilo y sus temas. Y León Arsenal porque creo que es el autor más prometedor que tenemos en este momento, de sobras.
DOS AUTORES DE REFERENCIA: SANTOS Y BERMÚDEZ [INDICE]
A. EL POLIFACÉTICO DOMINGO SANTOS
Aficionado de toda la vida, el catalán Pedro Domingo Mutiño nació en 1941 y fue uno de los pioneros del género en España.
Reconocido como un maestro indiscutible y traducido fuera de las fronteras, conoció el éxito con algunos libros en particular como Gabriel.
Ha dirigido, coordinado o asesorado casi todas las mejores colecciones de CF en España. Su labor editorial ha sido considerable y ha obtenido varios premios para ello como el premio especial en reconocimiento a su labor de una vida en todos los campos de la CF española en la convención de Gadir’ 92. Ha sido casi todo lo que se puede ser en el campo de la CF de traductor a colaborador de revistas especializadas pasando por editor de la inolvidable revista Nueva Dimensión. Su fama le viene también de los muchos contactos con aficionados extranjeros.
LOS COMIENZOS
Pedro Domingo Mutiño empezó a escribir a los 16 años y a publicar a los 18. Empleado en una Caja de Ahorros, fue un precoz escritor profesional y apareció al mismo tiempo que otros jóvenes autores que iban a tener influencia en la segunda época de Nebulae. Abordaba temas policíacos, de espionaje o del oeste y en 1961, escribía novelitas de serie B con el seudónimo de «Peter Danger», para Luchadores del Espacio de Editorial Valenciana y Espacio de Toray. Nunca renegó de sus novelitas para colecciones populares sino que incluso reconoce que les debe su inicio en el oficio.
EL CLÁSICO TEMA TEMPORAL
Los años 60 fueron los más prolíficos del escritor que inauguró su seudónimo «Domingo Santos» en Nebulae, la pionera y mítica colección de Edhasa. Por la época, publicó también en Infinitum, novelas que insistían más en el aspecto aventurero como Los dioses de la pistola prehistórica.
En julio de 1961, publicaba Volveré ayer, su primera novela corta, rechazada por Toray por ser «demasiado buena» para una colección de serie B, junto con otros relatos para completar el tomo. Se trataba de una trilogía sobre viajes en el tiempo y paradojas temporales, un tema muy corriente en la época, cultivado por muchos autores norteamericanos.
El tema, tratado en su obra generalmente en clave aventurera y con mucho humor aparece también en los relatos cortos «Parentesco»[1], en que el protagonista es su propio abuelo, «Violación del tiempo», cuando el Consejo Asesor del Tiempo impide las paradojas, «Después de la eternidad» que presenta un tiempo cíclico, y «El profesor Charlie Brown y las paradojas del espacio-tiempo», divertido cuento inspirado en «Los hombres que asesinaron a Mahoma» de Alfred Bester.
UN INTENTO DE FANTASÍA HERÓICA
Por los años 70, después del nacimiento de Nueva Dimensión y la desaparición de Nebulae e Infinitum, Santos abandonó casi por completo la escritura para dedicarse más intensamente a su labor editorial. Sin embargo, junto con Luis Vigil, participó en el primer intento de crear un héroe español de fantasía heroica en estilo Conan. Vigil creaba el escenario y más o menos el argumento. Después lo discutían y Santos se ponía a escribir en un estilo cuidado e inteligente. La serie de Nomanor, editada por Burulan a principios de los 70 murió por problemas administrativos.
Tan sólo dos capítulos llegaron a aparecer y hubo una efímera resurrección del personaje en 1974. El protagonista era atractivo y hubiera podido alcanzar el éxito, pero tenía una vida sexual desenfadada y era demasiado brutal para la censura.
MÁQUINAS Y ROBOTS: DE LA ALIENACIÓN A LA ESENCIA DEL HOMBRE
Gabriel (1962), subtitulada Historia de un robot, es una de sus mejores novelas y es en todo caso la más conocida, reeditada y traducida en el extranjero (francés, sueco, japonés…). Analiza las difíciles relaciones con los seres humanos de un robot[2] experimental superior, que tiene libre albedrío y busca el sentido de su existencia. Gabriel, físicamente parecido a los hombres, se identifica con el destino de la especie e intenta evitar una guerra entre los terrestres y los colonos selenitas que quieren emanciparse. Después de recurrir al chantaje e incluso al asesinato, fracasa finalmente en su proyecto de salvar a los humanos que escogen estúpidamente su destino y corren hacia la destrucción porque confían en los enormes ordenadores que han creado y han perdido de vista el valor humano. La novela busca en realidad lo que significa ser «humano», tener una identidad, sentimientos… J.C. Planells dice de esta obra que «tiene quizás excesiva carga lacrimógena, uno de los defectos de Santos escribiendo» y el propio autor piensa que sería diferente si tuviera que escribirla ahora, pero pese a ello, la novela sigue siendo interesante y en su tiempo, fue innovadora.
El mismo tema aparece en el relato corto «Felipe», versión reducida de Gabriel, y las máquinas que esclavizan la voluntad humana son el tema central de relatos cortos como «Regreso» en que un hombre descubre que sólo quedan máquinas en la Tierra después de la total destrucción de la especie. En «Ensayo de proyección prospectiva # 3», un relato corto reciente publicado en BEM y subtitulado «Los ordenadores de quinta generación son los que decidirán lo que estará de moda en el año 2000», el «ordenador definitivo» prevé el resultado de las próximas elecciones, trabaja para las empresas de marketing y acaba con el libre albedrío del hombre. Preguntan finalmente al ordenador lo que no estará de moda dentro de cinco años y su cínica respuesta es: el hombre.
EL SER HUMANO Y SU NEGRO FUTURO
En 1962, aparecía La cárcel de acero en que abordaba de forma quizás un poco más elaborada que en La nave de T. Salvador, el clásico tema[3] de la nave interestelar generacional que ha perdido el recuerdo de su origen. En ella, algunos heterodoxos, buscan la verdad y la autonomía de pensamiento, luchando contra una ideología religiosa tiránica e irracional.
Este tipo de alienación del ser humano puede venir de múltiples factores, de la esclavitud frente a los enormes cerebros electrónicos, como dicho anteriormente, o de una ideología impuesta… Varias veces a lo largo de su obra, Santos criticará la intransigencia de las instituciones, los defectos de la sociedad, la opresión y la manipulación del ser humano por la prensa, los políticos… Tema constante en él que lo trata en narraciones realistas y duras como Burbuja (1965). Según el propio autor y varios aficionados, ésta es su mejor novela. Cuenta la aventura de diez personas encerradas en una base marciana, amenazadas por una serie de accidentes. Va cambiando la psicología de los personajes y se deteriora la convivencia, hasta tal punto que algunos llegan a la violencia, mientras los políticos que podrían salvarlos no los ayudan. Aborda varios temas en esta novela: el poder, las razones y los objetivos de los políticos, el peso de la opinión pública y su manipulación por los medios de comunicación (en particular en esta obra por Bob Speaker, director de un programa de televisión que aprovecha sin escrúpulos la ocasión para su propia promoción).
Luego, en sus relatos cortos, se puso a analizar y denunciar nuestro futuro cercano (casi siempre pesimista), insistiendo en la degradación del medio ambiente o de la calidad de vida. Sus cuentos tenían entonces un estilo literario más sobrio, maduro y adaptado al contenido y utilizaba a menudo el humor negro.
Una de las tendencias recurrentes de Santos es la sencillez y la pureza de los sentimientos de sus protagonistas principales —Gabriel por ejemplo—. Su gran humanismo (en el paradójico sentido positivo de la palabra) se mezcla con un amor y un gran respeto a la naturaleza. Tiene algunos cuentos muy poéticos y llenos de nostalgia como «Elegía por un mundo viejo» o «Un lugar llamado Tierra» también titulado «Una fábula». Es en cierta medida un ecologista idealista que condena la polución —«Smog», «Encima de las nubes»— y valora la vida sencilla y bucólica como en la sentimentalista novela El visitante (1965).
Pero el hombre siempre viene para destruirlo todo y en el relato corto «Sentencia», el Gran Tribunal de las Galaxias condena a los hombres a su vez a la destrucción por su tendencia peligrosa y guerrera. El retrato del hombre en «Los monstruos» —nosotros mismos— descritos por un explorador galáctico, tampoco es muy halagador.
En Mundo de autómatas (1966), nos damos cuenta de que es imposible para el ser humano vivir sin herramientas ni mecanización. En Civilización (1964), esta característica tecnológica del hombre se opone a una nueva cultura «salvaje» que es en realidad muy superior a la nuestra pero que nos parece incomprensible. El planteamiento de este relativismo cultural, que volveremos a encontrar en la obra de Elia Barceló, es interesante y denuncia una vez más la estupidez del hombre que siempre se cree superior y quiere imponer «La Civilización», sin intentar comprender otras formas de vida.
La conclusión de todo esto parece ser que la naturaleza del hombre es mala: no sabe utilizar la ciencia para su provecho y sólo es capaz de destrucción («La ecuación», «Después de la eternidad»). Santos no es muy optimista para nuestro futuro y en sus novelas o relatos cortos, los «buenos» protagonistas siempre fracasan ante la estupidez de la mayoría.
ÚLTIMAS PRODUCCIONES
Hacedor de mundos [4] fue la primera novela de un español en aparecer en la colección de Ultramar, en noviembre de 1986, y permitió a varios escritores como Ángel Torres o Redal y Aguilera publicar luego sus obras en dicha colección.
Principio idéntico tiene el relato corto “La canción del infinito” (1967) que cuenta la angustia de un hombre que sale de su nave y se queda solo en el vacío. Le invaden sucesivamente el miedo a la muerte, el silencio, la soledad y una especie de locura cuando cree que las estrellas le llaman para atraerlo como sirenas. Aspira entonces a fundirse en ellas, en la eternidad, lo infinito y finalmente, no se encontrará su cuerpo en el traje espacial.
La idea central de Hacedor de mundos es la de un superhombre con poderes extraordinarios, perseguido por sus iguales que quieren suprimirlo para monopolizar estas extrañas facultades.
Los problemas sucesivos a los que se ve confrontado el protagonista David Cobos (explosión de su nave, muerte próxima…) despiertan el poder de cambiar la realidad de todo lo que le rodea, incluso del cosmos. La novela es una interesante visión de la creación del mundo, de su funcionamiento, y el protagonista es simpático, pero se puede prever demasiado lo que va a ocurrir o lo que está ocurriendo, mientras los personajes parecen no darse cuenta de nada.
A principios de 1991, Santos tenía tres novelas más o menos empezadas y en diciembre de 1991, llegó a publicar Clon en Ediciones Destino, una novela que trataba de un mundo en que los clones se han convertido en algo natural y luchan por encontrar un sitio en la sociedad.
Santos siempre tuvo una gran facilidad para escribir CF y se le reprochó a menudo su verbalismo. Era rápido pero no corregía ni pulía nada. Por eso sus cuentos [5] son generalmente mejores que sus novelas. En ellos, prevalecen los temas clásicos —CF la antología Meteoritos— como en sus novelas, y el autor imita a veces a autores norteamericanos que conoce muy bien por haber traducido sus mejores obras al castellano. Su recurrente preocupación por el hombre, el análisis de su naturaleza y sus consecuencias o por nuestro futuro más cercano ha dado buenos frutos, tanto en sus relatos cortos como en algunas de sus novelas más logradas. Denominado por muchos «El autor español de CF», fue uno de los primeros en abordar todos los temas clásicos y lo mejor de Santos son sin duda sus relatos cortos —más de unos sesenta—, Burbuja y Gabriel.
Pero la magnífica labor editorial de Santos le ha apartado desde hace varios años casi por completo de la producción literaria. Es el más veterano de los autores nacionales y quedará en las memorias como un prolífico autor, aunque esencialmente de los años sesenta —sus novelas son las mejores del período—. Desde hace 25 años, no ha publicado más de dos o tres novelas, tres antologías de cuentos y algunos relatos diseminados en publicaciones especializadas.
Es tal vez la única persona en España que vive profesionalmente del género: divulgador, ensayista, conferenciante, escritor, asesor, traductor, director de colecciones y primero en promocionar a los autores nacionales del género, aconsejó y ayudó a muchos a publicar sus obras. Amplió los horizontes de muchos lectores, tanto como escritor que como editor o asesor de colecciones y sacrificó su propia producción por el fándom.
Bibliografía (incompleta)
NOVELAS
1961 Volveré ayer, Edhasa, Nebulae I, nº72. (+RC: “El círculo infinito”, “El huevo y la gallina”).
1962 La cárcel de acero, Edhasa, Nebulae I, nº77.
“ Gabriel, Edhasa, Nebulae I, nº85.
1964 Civilización, Cenit, Selecciones SF nº66.
1965 El visitante, Ferma, Infinitum nº5.
“Burbuja, Ferma, Infinitum nº8.
1966 Mundo de autómatas, Ferma, Infinitum nº13.
“Los dioses de la pistola prehistórica, Ferma, Infinitum nº25.
1972 Nomanor I, El mito de los Harr, (con Vigil) Burulan.
“Nomanor I, El bárbaro (con Vigil) Burulan.
1974 El bárbaro/La niebla dorada, (con Vigil) ND Nº58.
1986 Hacedor de mundos, Ultramar.
1991 Clon, Destino.
ANTOLOGÍAS
1965 Meteoritos, Edhasa, Nebulae n° 111. (Temas clásicos).
El espacio: La cosa, Asteroide, Un agujero en la Tierra.
El tiempo: Parentesco, La violación del tiempo, Después de la eternidad.
La Tierra: La ecuación, Amanecer, Sentencia.
Las máquinas: Felipe, Regreso, Elegía por un mundo viejo.
El hombre: Los inmortales, Las razas, Los monstruos.
1967 Extraño, Ferma, Infinitum n° 28. (Tendencias fantásticas) («Planeta de silencio», «Desde lo profundo», «El ritual», «Al otro lado del espacio», «El tiempo y la muerte», «Extraño»).
1970 Nueva Dimensión, Extra n° 2 julio 1970. («El extraño inquilino del zoo de Londres», «Cyborg», «Negocios del corazón», «Gira, gira», «Love co», «El marciano rosa», «El profesor Charlie Brown y las paradojas del espacio-tiempo», «El programa»).
1981 Futuro Imperfecto, Edhasa, Nebulae II, n° 50. (Visión apocalíptica) («Smog», «Negocios del corazón», «Extraño», «El programa», «Señor su cuenta no existe», «Encima de las nubes», «…Si mañana hemos de morir», «Una fábula»).
RELATOS
1965 «Génesis», Ferma, Infinitum n° 3: Centinelas de la gran raza.
“Crónica del futuro”, Ferma, Infinitum nº 4: Aniquilaciones en serie.
«El encuentro», Ferma, Infinitum n° 7: Generaciones perdidas.
1966 «Los amos perdidos», «Yo soy el centro del universo…», «Así, señor, que usted no cree…», en el fanzine CuentAtrás n° 99.
1967 «Las ruinas», en la revista Anticipación nº2.
“PSI”, “Los exploradores”, “Las formas del lago”, en Antologías Acervo n° 7.
«La canción del infinito», en Antologías de CF española de Edhasa.
1968 «La cosa caída del espacio», en Antologías Acervo n° 8.
«Las rotas alas de los dioses», en Antologías Acervo n° 9.
«La mariposa», en el fanzine SOL n° 1.
1969 «La puerta», en la Antología Castellote de CF en lengua castellana.
1970 «Servicio directo», en SOL n° 3, Combozine de la HispaCon de 1970.
1973 «Los seres alados», Ed. del Centro, Utopía y realidad n° 40.
1978 «Soldado», en Zikkurath n° 15.
1980 «En la ciudad», en ND n° 127.
1981 «Santuario», en Kandama n° 4.
1984 «No lejos de la Tierra», Orbis.
1985 «El síndrome de Lot», Orbis, La Enciclopedia de CF.
1991 «Ensayo de proyección prospectiva # 3», BEM n°16 oct.
B. LA VOZ PERSONAL DE GABRIEL BERMÚDEZ
Si Santos fue el autor de los 60, Gabriel Bermúdez fue el de los 70. Figura de gran prestigio dentro del género, es para muchos el mejor autor nacional de CF y es uno de los pocos que publica más o menos regularmente sus obras.
Nacido en 1934, licenciado en Derecho y agente de cambio y bolsa, es él también uno de los más prolíficos autores nacionales de CF. Coleccionista, acumula los hobbys (radio, foto, sellos, pintura…) entre los que cuenta la escritura. Empezó a escribir a los 18 años y abordó la CF a partir de la segunda mitad de los años 60, cultivando el género con tendencias marcadamente mediterráneas e hispanas, siendo su característica quizás más destacable, como lo dice Julián Díez, el «sabor completamente autóctono» de su narrativa.
DE CÓMO ESCRIBE
Cuando nace la idea, toma notas y tiene fichas por todas partes. Después de documentarse y organizar sus notas, escribe «una sinopsis argumental». Su labor de documentación es realmente impresionante: llegó a consultar casi cuarenta libros de medicina para Salud mortal. La gestación de sus novelas suele durar varios meses, pero cuando se pone a escribir, lo hace de un tirón. La literatura de CF le permite extrapolar, analizar problemas humanos, y es para él una constante satisfacción. Se divierte escribiendo y llegó a decir:
«hay un momento, un instante glorioso y lleno de felicidad, en que toda la obra cobra vida, pasa a ser algo real dentro de mí, y desde ese momento, yo vivo dentro de ella».
AVENTURA, SEXO Y HUMOR
Bermúdez tiene gran habilidad y espontaneidad a la hora de contar aventuras. En Amor en una isla verde [6] (1972), la cruel protagonista Aliana Tormide, una mezcla de James Bond y T’ai Fang, [7] amoral asesina a sueldo de una de las multinacionales, busca la explicación de la aparente inmunización a la polución de la isla verde, donde se suceden episodios eróticos y violentos.
En cuanto a Viaje a un planeta wu-wei, primera novela de autor español publicada en Acervo, hace pensar primero en una serie de relatos agrupados y abarca diversos temas: viajes, aventuras, brujería… tratados con bastante humor —la principal ciudad europea de 82 habitantes es Toledo—. El argumento de partida es muy clásico, puesto que narra las aventuras de un grupo de terrestres por un planeta extraño, pero la calidad literaria de su estilo es notable. Novela original y presentada por muchos como la más lograda de sus obras, obtuvo el Premio Zikkurath de la mejor novela en 1978.
Expulsado de la Ciudad, moderna y ultratecnificada, Sergio Armstrong llega a la Tierra, cuya sociedad ha rechazado los adelantos técnicos a partir de cierto punto. Esta civilización se basa en el wu-wei, una filosofía oriental, y los habitantes viven una existencia agrícola, sencilla y feliz. Allí, debe encontrar el Pilón del Alba, contacto entre el planeta y la Ciudad, pero prefiere finalmente quedarse y tener una vida tranquila con sus dos esposas.
Bermúdez tardó muy poco en escribir El Señor de la Rueda, una novela inspirada por un sueño, que publicó en 1978. Amena y entretenida, entre la fantasía y el libro de caballerías, tuvo buen éxito y fue considerada por muchos como la mejor novela de CF española. El héroe Sir Pertinax vive en un curioso planeta dirigido por el invisible Rey Arturo y recorrido por una complicada red de carreteras, donde se ha desarrollado una sociedad medieval de extraños valores caballerescos, con «castillocars» que circulan sin jamás detenerse.[8] La novela goza de una gran riqueza léxica y reúne los tres elementos básicos caros al autor: aventura, humor —el claxon es una «trompa heráldica»…— y sexo —divertida visión del robot Mágico ante el acto sexual—. En esta sociedad animada por constantes diversiones, las más diversas aventuras eróticas se mezclan con violentos enfrentamientos entre los caballeros de los «castillocars». El imprevisto accidente de la astronauta de pelo corto y vocabulario tan raro, «Lady Jane», que cae en este extraño planeta rompe los esquemas y al final, el joven Sir Pertinax descubre que todo resulta ser una manipulación del gobierno estelar para favorecer la expansión de la humanidad por las galaxias. Parte hacia las estrellas y se convierte en El Señor de la Rueda.
El humor y la espontaneidad, habituales en Bermúdez, están también presentes en Golconda, primer tomo de una serie de ambiente galáctico llamada Mano de galaxia, que no llegó a ser publicada.
En cuanto al excelente relato corto «Cuestión de oportunidades», tiene una lógica muy peculiar. En este cuento que recuerda un poco por su estilo y tema a Sheckley, el humor del autor se transforma en cinismo. Incluida por Santos en Lo mejor de la CF española, esta narración cuenta la aventura de un hombre, aficionado al juego, que busca «oportunidades» para ganar el dinero que necesita. Le mandan a varios sitios pero quiere ganar más dinero y seducir a la provocante señorita Hollister. El trabajo es cada vez más difícil y muere por culpa de sus ambiciones. Finalmente, entra una señora en busca de «oportunidades» y le atiende el encantador señor Hollister: «demoledor» como dice Juanma Santiago en un artículo del Pórtico n° 4.
Su tratamiento humorístico y desmitificador de todo lo tabú es muy interesante. La religión no es más que un engaño, la autoridad puede venirse abajo, habla del sexo sin ninguna clase de complejos, lo sucio e incluso lo asqueroso están a menudo presentes en sus relatos…
LOS PERSONAJES
«Mis protagonistas viven peligrosamente
Amo, sufro y peleo con mis personajes».
Los protagonistas de Bermúdez son generalmente antihéroes, siendo Sir Pertinax quizás la única excepción. Llenos de defectos, beben, juegan… A menudo disminuidos física o mentalmente, son marginados que se revelan tener una personalidad de jefe en las situaciones más difíciles. Siempre amantes extraordinarios, están rodeados de varias chicas y son alegremente infieles, aunque haya siempre una favorita. Quisieran vivir tranquilamente, pero tienen que enfrentarse a poderes generalmente basados en la tecnología o la ciencia como en Salud mortal o El hombre estrella por ejemplo. Esta última novela, publicada en Ultramar en 1988 decepcionó bastante a los aficionados que la tacharon de floja. La sociedad matriarcal que describe, con predominio tanto físico como económico, político o sexual de la mujer es demasiado caricatural. En aquella sociedad, donde los poquísimos hombres sólo sirven como reproductores, Tom intenta defender sus derechos, su dignidad de hombre y busca comprender la verdad de la situación de su planeta. Finalmente asesinado, el protagonista consigue sin embargo su objetivo y los demás van tomando conciencia de la realidad.
Pero la crítica se vuelve una parodia de la realidad: los hombres visten de rosa, hablan de trapos, y las mujeres acaban llamando «Su Virilidad» al protagonista. Se nota sin embargo que las mujeres, y no sólo en esta novela, tienen un papel activo y un carácter a la vez sensual y decidido (Brenda, la mujer de Tom). Innovadoras, rompen los esquemas habituales como Lady Jane en El Señor de la Rueda.
En esta última novela, los personajes son típicos del romancero y de la picaresca, como Mágico, fiel servidor y amigo del héroe que le sirvió de maestro durante la infancia. Esta característica aparece también en otras narraciones de Bermúdez, pero sus protagonistas principales son generalmente secretos y solitarios como en Salud mortal.
UNA CF CASTIZA
En Viaje a un planeta wu-wei (1976), inauguró lo que podríamos llamar la CF castiza: acercamiento a un idioma muy propio, descripciones de paisajes típicos de España que dan vida al ambiente —tiene efectivamente una gran capacidad de evocación— personajes de características marcadamente hispanas y transposición de la sociedad española con mucho humor —Toledo…—. La utilización del estilo coloquial, más o menos lograda según las obras,[9] vuelve a encontrarse en sus obras posteriores. En Golconda, Víctor Lanyard, protagonista muy creíble que pertenece a una nueva raza de superhombres, parecido en ciertos aspectos al héroe de Dune, utiliza un lenguaje muy popular. Paralelamente a estos intentos de utilizar un idioma coloquial, Bermúdez tiene un vocabulario muy rico y culto. Juega con el lenguaje: en Salud mortal por ejemplo, mezcla estos niveles y multiplica los neologismos («peligrosear», «loquesco»…) como en «La piel del infinito» donde es aún más evidente.
Otra de las características particulares del autor, también muy propia del espíritu mediterráneo, es la constante presencia de todo lo escatológico como en «La piel del infinito»…
Ambienta a veces sus narraciones en España —Salud mortal, «La última lección sobre Cisneros»— o en países de características mediterráneas —El hombre estrella— y su interés por lo hispano da interesantes obras como El Señor de la Rueda. En esta novela, los personajes que tienen consistencia y una psicología relativamente elaborada, son los arquetipos habituales del romance: Sir Pertinax, el esforzado héroe; Lady Jane y Lady Girolaine, las bellas damas; Mágico, el fiel servidor; Sir Acuto, el oponente y el Rey Arturo que consagra al héroe…
El primer capítulo se titula «De cómo Peter Percutens fue armado Caballero» y las hazañas de los protagonistas así como sus esquemas mentales recuerdan los romances viejos: aparecen los mismos valores de honor, el mismo vocabulario en lo que se refiere a combates, tanto guerreros como amorosos… El buen vasallo sigue una iniciación, está sometido a pruebas y el encuentro con Lady Jane, la mujer decidida, lo cambia todo. La exageración épica aparece también cuando se cuentan las hazañas de los caballeros, y se encuentran muchos paralelos con el romancero viejo a lo largo de la novela.
SORPRENDER AL LECTOR
Los contrastes de sus narraciones y los desenlaces de sus novelas son interesantes de estudiar. Se le reprochan a veces sus digresiones explicativas o, alternativamente, la confusión en la que deja al lector. En una entrevista,[10] declara intentar «que no se aclaren las cosas hasta el final», y la verdad es que muy a menudo, descubrimos que un personaje o una situación es en realidad diferente de lo que nos habíamos imaginado.
La sorpresa del relato El mundo Hókum, estriba en que la terrible narración del alienígena sobre su planeta sería falsa. El último cuento del volumen: «1944», hace creer primero en un episodio de la segunda Guerra Mundial, pero describe en realidad una violenta competición de automóviles del futuro. En Viaje a un planeta wu-wei, nos damos cuenta de que el normal y simpático protagonista no es otro que el Emperador de Todas las Cosas. El Rey Arturo del El Señor de la Rueda, manipula a los demás protagonistas. En Salud mortal, descubrimos en las últimas páginas que el personaje principal, Alcestes Jordán, narrador en primera persona de los capítulos impares, resulta ser el jefe de las BAE (Brigadas Antimédicas Españolas) —capítulos pares— cuando pensábamos que era pintor.
La técnica de Bermúdez para mantener esta especie de ambigüedad estriba en la utilización de frases de doble sentido que se pueden interpretar de una manera u otra. Si algunos lectores pueden sentirse engañados por los desenlaces de sus novelas, su manera de enfocar sus narraciones me parece personalmente muy interesante y estimulante intelectualmente.
UN SABOR LOVECRAFTIANO
Las grandes influencias del autor vienen de autores como Howard o Heinlein, pero la más notable a mi parecer es la de Lovecraft.
Bermúdez publicó por primera vez en 1971, bajo el seudónimo de «Gael Benjamín» en la abortada colección Atanor de la editorial Javalambre de Zaragoza. Excelente obra pero mal distribuida, El mundo Hókum, antología compuesta de dos novelas cortas y de tres cuentos, se reeditó al año siguiente en Editorial Litho-Arte.
El Mundo Hókum, novela corta de influencia lovecraftiana tiene un desarrollo y un desenlace originales. Trata del clásico tema de la presencia de alienígenas entre los hombres, pero lo original es el relato que hace uno de ellos al hablar de Hókum, su planeta de origen, como un lugar lleno de violencia y odio, donde la religión está en mano de horrendos dioses o extrañas sectas.
Esta primera obra revela una de las características del autor: su gusto por los ambientes tenebrosos con tintes lovecraftianos, narrados generalmente en primera persona como en «La piel del infinito».
En «El pulpo», uno de los cuentos de este primer volumen publicado, aparece ya el problema de la comunicación como en «La piel del infinito». Un cerebro artificial, gigante y orgánico, proporciona información sobre navíos espaciales, alejados de toda otra comunicación, mediante pesadillas que deben ser interpretadas como verdaderas profecías.
En 1978, Bermúdez alcanza su culminación tanto estilística como temática y publica «La piel del infinito» en Ediciones Dronte. Escrita de un tirón, premiada mejor novela de autor nacional de CF del año en la HispaCon y evolución lógica de El mundo Hókum, la novela tiene claras influencias lovecraftianas y logra crear un ambiente muy peculiar, casi fascinante. El narrador en primera persona es un personaje enigmático, carente de sensaciones, autodenominado «Número uno», entre alienígena y demonio, que se encierra en una tenebrosa y oscura sala para sembrar la discordia en el mundo y observar las reacciones de unos hombres anónimos.
Desde lo más profundo de mi oscuridad, espío al mundo. Esos seres blandos de carne y hueso, húmedos, asquerosos, con sus vicios y sus pasiones. Y su dolor. Dolor. Los teléfonos suenan a mi alrededor, las radios zumban, me llegan comunicaciones. Muertes, revoluciones, asesinatos. Violaciones. Dolor. Me estremezco. La suprema comprensión llega a mí. Aquí, en lo más profundo de mi oscuridad, adelanto mis manos y casi rozo, casi, la piel del infinito…
La alienación a la que les somete despierta los instintos más despreciables del ser humano que llega hasta la tortura, a una violencia gratuita, y algunos pasajes son realmente insostenibles. Lo que interesa realmente a este extraño personaje no son los hombres sino sus relaciones.
Quiere rozar la piel del infinito, o sea tratar de definir lo indefinible, de explicar lo que no puede ser explicado con palabras, sino con impactos visuales, con una sucesión de escenas o con el desarrollo complejo de varios acontecimientos.
La brevedad de la narración, su ambiente muy opresivo y aterrador, el objetivismo a ultranza nos convencen y nos intranquilizan. El malestar es constante, pero al final, cuando el ser repugnante muere a mano de sus «militantes», hay una pequeña esperanza de que el hombre pueda ser feliz.
Especie de reflexión sobre el lenguaje, la novela corta aborda el problema de la comunicación. Las palabras no son reales y el protagonista central crea sus propias expresiones al mismo tiempo que utiliza tópicos para manipular a la gente.
««Los ideales de nuestro triunfo nos conducirán a la victoria patria, gracias a vuestro heroico sacrificio». Esto es una frase patriótica. Pero… ¡no significa absolutamente nada! Está vacía de todo contenido, e incluso diría que de toda verdad. Sin embargo, estoy anotando cientos de casos en que, gracias a unas docenas de frases como estas, teñidas a veces del color de uno u otro partido político, las gentes mueren a millares… ¡y lo hacen contentas!».
Bermúdez, al mismo tiempo que demuestra el poder de las palabras, critica todas las violencias de nuestro mundo y los enfrentamientos ideológicos. Al final, ni siquiera se sabe para qué lucha cada uno, para qué muere.
EL FUTURO CERCANO
La especulación sobre el futuro de nuestra sociedad y la preocupación por cuestiones políticas, ya aparentes en Un mundo Hókum, son constantes de la narrativa de Bermúdez. «La última lección sobre Cisneros», cuento que tuvo poca difusión, aborda el problema del crecimiento demográfico y del totalitarismo en un futuro cercano, desarrollo negro de la realidad cotidiana del período franquista.
La novela corta, Amor en una isla verde,[11] mezcla el tema muy tratado en la época de la ecología con la aventura. Mejor relato del volumen según muchos aficionados, cuenta la rivalidad entre dos multinacionales por el dominio económico del mundo, tema que volveremos a encontrar más tarde en El hombre estrella. Las empresas se unen finalmente para dominarlo todo y el desenlace es violento, pesimista y desesperanzador para el futuro de la humanidad que va a tener que vivir en una Tierra completamente contaminada. Esta voluntad de preservar nuestro ambiente natural y el respeto por los valores sencillos traducen su aspiración a una vida libre, tranquila y en eso, demuestra tener las mismas preocupaciones que Santos. En esta obra, son también constantes las referencias a problemas médicos que ya presagian el tema que tratará directamente en Salud mortal.
Ésta, su última novela publicada, aborda también los temas del terrorismo y del poder. De claro contenido político, generalmente ausente de la CF española más reciente, extrapola estas cuestiones muy actuales y las consecuencias de los progresos científicos cuando se usan mal. Hacía ya tiempo que el tema de la salud y de los errores médicos le preocupaban y llevaba años recortando periódicos.
Dice en el epílogo —no publicado— de la novela:
«caminamos hacia un mundo en que la salud y el bienestar físico van a tener una importancia creciente. (…) Avancemos de un siglo. Los daños médicos por negligencia o error no disculpable serán sentidos mucho más; los medios para luchar contra la enfermedad y el dolor serán mucho mayores… y también el corporativismo médico. Incluso hasta el punto de apoderarse de un país…».
La novela nos muestra un futuro cercano —Madrid en el año 2100— en que el bien más preciado es la salud. Después de la Tercera Guerra Mundial, esencialmente bacteriológica, los médicos han tomado el poder para establecer la dictadura y sólo los médicos pueden acceder a las altas cargas del gobierno. Pero las BAE (Brigadas antimédicas Españolas) se organizan para luchar violentamente contra los excesos del nuevo gobierno que manipula a la gente.
Con más de veinte años de oficio, Bermúdez, es sin duda uno de los mejores, si no el mejor de los autores nacionales del género. Regular en sus publicaciones y eficiente, cultiva el género con un sabor propio y sabe dar a la CF nacional unas características puramente hispanas. Multipremiado, ha obtenido recientemente el Ignotus en la HispaCon de Cádiz por su labor en conjunto, una mención especial en la edición del Premio UPC de 1991 por «Duerme, querido monstruo» y el segundo Premio Alberto Magno del mismo año con «Un mundo dura mil años».
En su extensa obra, se dedica él también a los temas clásicos del género y a otros quizás más personales como el de Salud mortal.
Actualmente, está en busca de editor para su última novela de unas quinientas páginas: Demonios en el cielo y se prevé la salida de otra obra antes de fin de año que contendrá los dos cuentos antes citados y Mundo sin dioses.
Bibliografía
1971 El mundo Hókum, Ed. Javalambre. (El mundo Hókum, Amor en una isla verde, Premio Especial Europeo en la EuroCon de Trieste).
1972 «El pulpo», «El profesor y los sapos», 1944). Reedición en 1972 por Litho-Arte, Zaragoza.
1976 Viaje a un planeta wu-wei, Acervo n° 16, Barcelona. Reedición en 1986 por Orbis n° 69/70.
1978 «La piel del infinito», Dronte, Barcelona. («La piel del infinito», «Cuestión de oportunidades»).
«La última lección sobre Cisneros», cuento publicado en Llorad por nuestro futuro (Antología no Euclidiana/2) de Acervo.
» Las ilusiones perdidas, ND.
» El Señor de la Rueda, Albia Ficción. Reedición en 1986 por Orbis n° 91.
1986 Golconda, Acervo n° 77, Barcelona.
» El hombre estrella, Ultramar, Barcelona.
1991 «La carrera docente», RC, BEM n° 14, noviembre. (31 de agosto de 1991).
1993 Salud mortal, Miraguano, Madrid. (1 al 21 de enero de 1992).
«Tiempo de milagros», en Pórtico n° 4, marzo. (20 al 22 de agosto de 1991).
UN TEMA CLÁSICO: LA SPACE OPERA [INDICE]
A. ¿QUÉ ES LA SPACE OPERA?
Considerado por muchos como un subgénero de la CF, la space opera,[12] centrada en la acción, es principalmente una literatura de evasión y tiene un carácter abiertamente lúdico. Género que suele predominar en las producciones cinematográficas de CF (La guerra de las galaxias…), apareció en los EEUU[13] a finales de los años 20 y dominó todas las otras tendencias de la literatura fantacientífica hasta mediados de los 40, para decaer a partir de los 50. De estilo casi siempre muy sencillo, utilizaba generalmente temas más o menos épicos y códigos bastante elementales. En este tipo de novelas, optimistas por lo menos al principio —la ideología de la space opera iría cambiando con los acontecimientos históricos (Segunda Guerra Mundial…)— se hacía la apología del hombre y se solían encontrar en ellas imperios galácticos, grandes batallas o rebeliones en el espacio, alienígenas de planetas desconocidos, naves interstelares…
Los que siguieron escribiendo space opera, lo hicieron con mayor calidad en la redacción y con argumentos más complicados y menos estereotipados. Este género que vacila actualmente entre la hard-sf y la fantasía heroica me parece interesante porque puede abarcar varios temas de la CF, mezclando aventura con reflexiones psicológicas, sociopolíticas, históricas, metafísicas… Si está bien escrito, puede dar la sensación al lector de estar inmerso en un mundo completamente diferente y autónomo. Esta impresión de globalidad en la creación es fascinante: no es un «trozo» de realidad lo que se cambia, sino toda la realidad. En España, la space opera, escasamente cultivada, es casi constante en las obras de Carlos Saiz Cidoncha y Ángel Torres Quesada.
B. EL IMPERIO GALÁCTICO DE CIDONCHA
CARACTERÍSTICAS DE ESTE ESTUDIOSO AFICIONADO
Nacido en 1939 en Ciudad Real, licenciado en Ciencias Físicas, meteorólogo en Guinea Ecuatorial durante cuatro años, Doctor en Ciencias de la Información, y periodista, Cidoncha siempre ha tenido una vida tumultuosa.
Desde siempre muy activo en el fándom nacional, perteneció a casi todas las asociaciones y es actualmente miembro de la AEFCF. Es a la vez autor, ensayista, divulgador y fue un activo colaborador de Nueva Dimensión. Trabajó también en el campo del cómic y escribió cuentos de terror de estilo lovecraftiano. Inagotable fuente de referencias, su conocimiento del género es impresionante y los años de lectura e investigaciones le han dotado de un estilo brillante y lleno de humor. Muy interesado en la investigación histórica, muchas de sus novelas se inspiran en hechos históricos adaptados, mezclados con extrapolaciones políticas. Sus obras son entretenidas y aprovecha la total libertad, tanto estilística como temática, que le permite la CF para cultivar fundamentalmente la aventura y la space opera.
PRIMERAS ARMAS
Los primeros relatos que intentó publicar en Futuro o Luchadores del Espacio, relataban exploraciones de planetas desconocidos, terribles batallas entre humanos y extraterrestres… A principios de los años 70, ya había empezado a mandar cartas y artículos a Nueva Dimensión. Le editaron su primer cuento —«Racismo»— en 1972 en la Antología social de CF. A partir de ahí, aparecieron regularmente artículos en fanzines y revistas especializadas, publicó ensayos y varios cuentos —algunos se tradujeron al inglés, al francés e incluso al húngaro— ganó premios… Lo más famoso de su obra fue su serie de novelas[14] y relatos sobre el Imperio Galáctico.
LA CAÍDA DEL IMPERIO GALÁCTICO
La novela quizás más lograda y famosa del autor sólo se publicó en 1978, en Albia Ficción. La caída del Imperio Galáctico, como se llamaba, iba a ser una referencia para la space opera nacional.
Primer tomo de una trilogía[15] que jamás vio la luz —la editorial se vino abajo— la novela es amena y cuenta la decadencia de un inmenso Imperio Galáctico, agitado por luchas internas e intrigas por el poder.
El tema de partida es clásico. Shanti Belt, el protagonista principal, es uno de los demócratas disidentes que quieren luchar contra la tiranía. La conspiración le designa para que asesine al emperador de la galaxia Antheor III, pero en el momento de conseguir su objetivo, se encuentra con Svetania, la hija del Emperador y, subyugado por su aura, no puede reaccionar. Condenado a una muerte inevitable, acepta la proposición que le hace Svetania de vivir un año en compañía de la aristocracia de los Larios, como uno de ellos, compartiendo sus ocupaciones (principalmente juegos, fiestas y discusiones) y gozando de todos sus privilegios. Al cabo de este año, será libre de escoger su forma de morir o vivir. Entonces, Shanti entra a formar parte de una especie de círculo intelectual: el «Club de los Hombres que Piensan», sólo compuesto de Larios, amigos de Svetania. Cada uno de los miembros representa una tendencia ideológica y se lanzan en apasionadas discusiones políticas, sociales o religiosas.
En la novela, El club de los hombres que piensan da quizás más importancia a las reflexiones ideológicas de las interesantes, aunque estériles, discusiones de los protagonistas, mientras la acción se ve relegada a un segundo plano para hacerse más preponderante al final de la obra.
Aparecen también los Grandes Antiguos, entidades misteriosas y legendarias, más o menos sobrenaturales, que influyen en los acontecimientos políticos y en la vida de dos de los protagonistas que han dotado de un aura especial: Svetania, la Virgen Olímpica, y su primo Turmo, el Auriga Negro. Los Grandes Antiguos les habían otorgado este extraño poder cuando niños, para que un día, pudiesen salvar el Imperio de su decadencia. Pero cuando Svetania y Shanti, intentan entrar en contacto con los antiguos dioses, sus servidores les niegan el paso: los hombres tienen que resolver sus conflictos por sus propios medios, sin ayuda exterior. El ataque de Svetania, que no abandona la lucha y quiere asaltar el planeta donde se esconden las misteriosas entidades, es aprovechado por los Cinco Grandes (poder económico de las multinacionales) que asesinan al Emperador. Éstos fracasan finalmente en su intento de hacerse con el poder puesto que Arvarín, el Lario Rojo, logra matarlos a todos.
Finalmente, Turmo toma el mando de la fuerza militar en nombre del nuevo Emperador —un niño—. En cuanto a Shanti y Svetania, van a reunirse con los Grandes Antiguos, mientras los Larios recuperan su vida ociosa en Olimpia.
La sociedad, compuesta de estamentos muy divididos, nobleza, caballeros, comerciantes e industriales, técnicos, pueblo libre y esclavos, recuerda el imperio romano. Todo nos hace pensar en la Antigüedad: la ciudad más famosa de la galaxia, donde viven los Larios se llama Olimpia, en ella se encuentran el Ben Hur Circus, el Acrópolis, templos de Dioses mitológicos como Júpiter… Las calles y las puertas llevan nombres de los signos del Zodíaco y las inscripciones sobre los pedestales de las estatuas están escritos en latín. La gente va vestida con túnicas o estolas: «vestían por lo general a la moda del arcaico imperio romano, a cuya imagen habiase planeado la ciudad». Incluso los personajes se parecen a héroes mitológicos o a dioses de la Antigüedad: el Dorado recuerda a Apolo y se compara la virginidad de Svetania con la de «Diana Artemisa»…
Según algunos críticos, esta space opera puede rivalizar con las mejores obras norteamericanas del género, e incluso llega a superar clásicos de Williamson o Hamilton.
Bibliografía (incompleta)
1972 «Racismo», Antología social de la CF. Zero S.A. Col. Se hace camino al andar. Serie S n° 21. Publicado también en 1978 en la revista Umbral Tiempo Futuro de Buenos Aires, Biblioteca cuarta dimensión n° 6.
«La caverna del sueño». Antología Acervo de CF n° 17. Reeditado en 1973 en Antología de la CF en lengua castellana, Castellote.
«Los fantasmas defensores de la Tierra». Antología Acervo de CF n°17.
«Los horribles terrestres». Antología Acervo de CF n° 17.
1973 «Los amantes de la nebulosa». Antología de la CF en lengua castellana, Castellote. Publicado también en la revista Galaktika n° 24 (Budapest) en 1977.
«Historia en cuatro tiempos». Antología de la CF en lengua castellana, Castellote.
«… Y resucitó al tercer día». Antología de la CF en lengua castellana, Castellote.
1974 «El paso del Rhin». Ed del autor.
«El círculo del poder supremo». Ed del autor.
1976 «L’ autre epouvante». Fanzine Idées et Autres (Bélgica).
«Historia de la CF en España». Sala Editorial.
1978 La caída del Imperio Galáctico. Albia Ficción n° 5. Más tarde, publicó también las Crónicas del imperio en edición de aficionados, sin pie de imprenta, compuestas de dos novelas cortas: El gran juego estelar y El largo camino hasta Irio.
«Top Secret (The Gordon Affair)». ND n° 101. Versión anterior distinta en Zikkurath.
«Libertad de palabra». ND n° 86. Premio ND (accésit).
1979 «Nadie se fija en el barman». ND n° 112. Tercer premio en la HispaCon 1978. Reeditado por Martínez Roca en la col. Super Ficción n° 75 en 1982.
1980 «Una y sola una». ND n° 123.
«El cetro de esmeraldas». Fanzine Space Opera n° 2. Publicado también en el fanzine francés Antares n° 3 en 1982 y en Daw Books (New York) en 1983.
1981 «Los guardianes de la puerta». Fanzine Space Opera n° 5. También publicado en el fanzine francés Antares n° 8 en 1983, bajo el título «L’autre gardien».
«Los horrores del castillo de Magson». Ed. Uve, Bibli. Universal de misterio y terror n° 19.
«El pozo pintado». » n° 20.
«El hechicero». » n° 22.
«Lágrimas verdes de Leng». » n° 23.
«Pánico en el observatorio». » n° 26.
«La calle larga». » n° 28.
«Encuentro en las profundidades». » n° 30.
1982 «El demonio de la Antártida». » n° 34.
«Secuestro aéreo». » n° 39.
«Naves en órbita». Fanzine Maser n° 4.
1983 «¿Dónde está mi escaño?» Fanzine S/F n° 1.
1984 Antes del imperio. Ed. Space Opera. Reeditado actualmente de forma no profesional con los otros dos tomos de la trilogía (La torre prohibida, El rey de las serpientes).
» «Klev el tartesio». Fanzine Maser n° 7.
1988 «La CF como fenómeno de comunicación y cultura de masas en España». Ed. de la Universidad Complutense de Madrid.
C. EL SENTIDO DE LA AVENTURA DE ÁNGEL TORRES QUESADA
INICIOS EN EL OFICIO
La CF le interesó muy pronto y como casi todos los autores, empezó con Flash Gordon, Verne, Wells y las colecciones españolas, Futuro, Luchadores del Espacio, Nebulae…
Lo primero que escribió fueron novelas policíacas o bélicas que aparecieron bajo seudónimos en colecciones de serie B. Publicó también varios relatos de terror en revistas especializadas y participó en la realización de guiones para la historieta gráfica. Confiesa que uno de sus sueños era ser dibujante de cómic —su personaje Xupeogord fue el predecesor del Quiyo—.
Pastelero gaditano aficionado a la astronomía y astronáutica, su primera obra del género apareció en el mercado en 1962 y a finales de la década, se presentaba a Ángel Torres como una nueva promesa para la literatura fantacientífica.
Allá por los años 70, casi se convirtió en un profesional de las novelitas de bolsillo y su gran capacidad de escritura hicieron de él un prolífico autor de serie B[16] durante años.
UN ESCRITOR AMENO
La acción y la aventura son sin duda características de toda su obra. Sus libros, entretenidos, son de lectura fácil y él mismo se divierte escribiendo. A menudo, no sabe, cuando empieza a escribir, cómo acabará todo y busca sorprender al lector con una trama complicada.
«Generalmente ni yo mismo sé cómo va a terminar una novela, y la mayoría de las veces un proyecto de argumento queda totalmente modificado a las pocas páginas, porque no puedo evitar que los personajes cobren una chispa de vida y actúen por su cuenta».
Escribe esencialmente para él mismo y sabe, como los demás autores, que es muy difícil publicar, aunque la cosa esté mejorando en la actualidad.
Autodidacta, es un escritor muy rápido que se halla mucho más cómodo con las novelas largas que con los relatos más cortos.
Escritor de ideas, sus cuentos cortos, inéditos en su mayoría y adaptados a veces para novelas más largas, tienen un tono entre burlón y atrevido.[17] En el divertido cuento «Centro de violencia controlada», por ejemplo, unos ejecutivos descargan la adrenalina dando carreras y pegando tiros.
Sus cinco sagas principales son: El Orden Estelar (serie B), Los kherles (novelas publicadas por entregas en Nueva Dimensión), La cofradía de asesinos (tema también tocado por primera vez en serie B y que vuelve a aparecer en su última novela, La dama de plata), Hongara y Las islas.
TORKENT Y EL ORDEN ESTELAR
La producción de novelitas «de a duro» siempre se consideró como una producción comercial por exigencias editoriales (rapidez, normas estrictas…), pero un autor que cultiva mucho la serie B, como fue el caso por el pasado de Ángel Torres, adquiere forzosamente «soltura, trucos y recursos», como lo dice Alfredo Lara en su excelente artículo sobre los bolsilibros, publicado en Pórtico (n° 5. verano 1993).
En julio de 1971, Ángel Torres publicó Los mercenarios de las estrellas bajo el seudónimo de A. Torkent en La Conquista del Espacio, e inició con ella una serie de novelitas de bolsilibro interrelacionadas pero con aventuras independientes, tratando el tema clásico del Imperio Galáctico. Después de la caída de este imperio tiránico, la humanidad intenta recuperarse y se funda una organización democrática, primero llamada Orden imperial, que se transformará en sus posteriores novelas en el Orden Estelar.
Los protagonistas principales de la serie, el comandante Alice Cooper y su esposo Adán Villagrán, aparecen por primera vez en Los enemigos de la Tierra, en enero de 1972. El autor se encariña con sus personajes y dos números después, vuelve a utilizarlos. En realidad, las sesenta o setenta páginas de estas novelitas «de a duro» le parecen demasiado cortas para desarrollar sus argumentos y todo el potencial de sus personajes.
Este intento de hacer una gran saga estelar a la manera de la de los Aznar fue un poco frustrado porque no gustó a la editorial que mandó varias cartas de reprimenda al escritor, diciéndole que las series no les agradaban a los lectores. Además, se le imponían normas muy conservadoras: no debía hablar de política ni de sexo, el héroe tenía que ser un hombre bueno y honesto luchando contra el mal… Una visión en fin muy maniquea y corriente en la época. En Enigma en Sural (n° 335), la honestidad del Orden Estelar ya se ha vuelto dudosa y Alice aparece por última vez, después de haber matado a su esposo. La editorial insiste una vez más en que no tiene que reiterar en el tema de la libertad luchando contra el totalitarismo.
Sin embargo, Ángel Torres no se desanima y sigue publicando sus novelitas del Orden Estelar en la colección de Bruguera y luego, esta vez sin tener problemas, en Galaxia 2000, una nueva colección iniciada en 1985.
Por la misma época, estos problemas de normas afectan sus otras producciones y se le rechaza un original en 1973 porque la censura lo considera demasiado atrevido. En efecto, el tema no podía gustar: se trataba de una represión gubernamental contra el pueblo.
LAS ISLAS DEL INFIERNO
La Trilogía de las islas es seguramente lo mejor que haya escrito y se vendió muy bien. Tiene su antecedente en Los herederos de la humanidad, una novelita publicada en La Conquista del Espacio. Había pensado primero, en escribir una sola novela, pero pronto se dio cuenta de que tenía argumento para mucho más y quiso hacer una tetralogía, pero es tan difícil publicar en España que se quedó finalmente con una trilogía.
Amena e interesante, la serie cuenta las aventuras de un grupo de hombres por un planeta desconocido. El día 20 de noviembre de 1989, el Día del Misterio, desaparecen varias zonas de terreno de la Tierra, sustituidas por otras, de color gris, arrancadas del planeta Elajah, que los periodistas llamarán pronto las islas del infierno. Entonces, para los Desaparecidos, empieza la aventura. Trasladados a un nuevo mundo desconocido, deben sobrevivir en un ambiente hostil e intentar comprender lo que ha pasado para volver a su mundo de origen. Raymond Kanable, el protagonista principal en realidad de nacionalidad española, es uno de los Desaparecidos, y vuelve del otro lado para contar las aventuras de los exiliados al editor inglés Kenneth Rosenman.
En Elajah, los trozos de terreno procedentes de la Tierra son zonas seguras que los hombres trasladados al nuevo planeta llaman las islas del paraíso. Pero ahí, van apareciendo también otros territorios pertenecientes a otros planetas. Kanable decide volver a Elajah para salvar a sus amigos y enfrentarse a los Vrows que les amenazan y que extrañamente, parecen tener muchísimo terror a las estrellas.
Buena parte de la acción transcurre en España y del otro lado, a lo largo de la serie, van apareciendo nuevas especies de alienígenas enigmáticos. Están los pacíficos y misteriosos Ankaris, habitantes de las Moradas dotados de extraños poderes, los aparentemente bélicos Inyindanis y Vrows, y llegarán finalmente los enigmáticos Wyhargas que sólo piensan en destruirlo todo.
En el tercer tomo, nuevas sorpresas aguardan al lector que descubre por fin los misterios de la situación. En este volumen, una poderosa organización quiere descubrir una forma segura de viajar al otro lado para aprovechar y monopolizar todos los conocimientos y las riquezas bélicas que pueden proporcionar los Ankaris. Envía un comando de alemanes y el autor aprovecha la ocasión para tratar el problema nazi. Defiende la idea de que la gente no es responsable de lo que hicieron sus antepasados, que sean alemanes o Ankaris.
En esta tercera parte, más centrada aún en los enfrentamientos bélicos de los diversos bandos, la acción es más dinámica con la llegada de nuevos seres violentos, llamados Wyhargas, una especie de guerreros fanáticos. Sin embargo, todo termina bien para los protagonistas, pero los caminos a Elajah quedan abiertos y puede esperarse una continuación.[18]
A lo largo de la novela, es recurrente el tema de los terroristas. Ángel Torres estaba escribiendo la serie cuando ocurrió el atentado de Hipercor en Barcelona y es un problema que le afecta mucho. Gracias al pasado de Kanable, alias Carlos Cebral, involucrado en una organización antiterrorista que utiliza medios también reprensibles y la vida del policía Luis Castro, puede expresar sus propias ideas y defender la causa que le parece justa.
Esta trilogía, muy agradable de leer, tiene un punto de partida original —la inclusión de artículos de prensa permite informar al lector al mismo tiempo que da un tono de verdad a la narración— y el argumento cobra fuerza a medida que vas leyendo.
ÚLTIMAS PRODUCCIONES
La dama de plata, la última space opera de Ángel Torres, es una novela larga en la que vuelve a utilizar la Cofradía de los Asesinos, presente en otras de sus novelitas de serie B.
La dama de plata quiere vengar su planeta, la luna Ganzara, explotada económicamente desde hace años por el Protectorado de Tuffani y viene a la Tierra en busca de un asesino de la Cofradía. Allí, se encuentra con Jordon Yukai, el Inspector Mayor de Seguridad en el gobierno central de la Sede Terrestre, y con Salomón, su conciencia artificial.
Jordon ofrece ayudarla para poder llevar a cabo su propia venganza y matar a su viejo enemigo, el Cofrade Alone Starsilver. Se desencadenan entonces una serie de aventuras en el Protectorado de Tuffani y en la misteriosa luna cuya historia descubrimos por fin.
Mezcla de imaginación, aventuras, humor y emoción, la novela revela sucesivas conspiraciones en una compleja estructura puesto que se cuentan simultáneamente cuatro historias. Como en su Trilogía de las islas, se nota la evolución hacia un estilo más maduro y un argumento más rebuscado que en sus primeras novelitas para la serie B. Por cierto, ahora no tiene normas establecidas que respetar.
«El círculo de piedra» —el título original era «El aliento de la oscuridad»— novela corta de unas cien páginas, ganadora del UPC de 1991, es otra vez la primera muestra de una posible serie. Ángel Torres tuvo que escribir una narración corta por necesidad, pero parece que el tema sería suficiente para una obra más larga. La idea arranca de un sueño:
«Una noche de verano me asomaba a la ventana de mi casa y miraba a la calle, encontrándola llena de sombras confusas que caminaban sin rumbo fijo, monstruos horribles que no sabía por qué estaban allí. Entonces me pregunté a mí mismo qué ocurriría en el mundo si al llegar la noche las personas no pudieran salir a las calles, precisamente por estar ocupadas por bestias sanguinarias que nadie sabía de dónde procedían y a las que era imposible exterminar porque las bajas eran inmediatamente ocupadas por otros seres similares».
La novela corta cuenta las consecuencias de la aparición de estos seres extraños que crea como un mundo paralelo y permite un sin fin de aventuras.
Ángel Torres, que ahora escribe únicamente relatos y novelas de CF, puede considerarse como un escritor ameno, que además vende bien, y es sin duda uno de los más leídos dentro del escaso panorama de la CF nacional. Como lo dice su amigo Rafael Marín, su narrativa «surge del corazón» y ha mejorado aún en sus últimas producciones. Gran cultivador de space opera, tiene novelas entretenidas, llenas de acciones y no exentas de interesantes reflexiones.
Actualmente, está buscando un editor para publicar sus novelas Wyharga y Los dientes del halcón.
REDAL Y AGUILERA: UN ACERCAMIENTO A LA HARD-SF [INDICE]
A. LA HARD-SF EN ESPAÑA
Narrativa basada esencialmente en el método científico, la hard-sf analiza las consecuencias de los desarrollos, plausibles y racionales, en el campo de la física, biología, química… Género muy en boga en los años 40 y 50, fue un tanto olvidado en las décadas posteriores.
La acumulación de términos científicos da un aspecto de seriedad a la narración y a veces, las digresiones teóricas o técnicas disminuyen la dinámica de la acción.
Poco cultivado en España —generalmente los autores no proceden del campo de las ciencias y les parece difícil tratar cuestiones científicas que no dominan— suele ser mal comprendido tanto por los editores como por los lectores que no le aprecian a su justo valor. Quizás por todo ello no se publicaron muchas obras de este tipo en la península.
Sin embargo, desde hace unos diez años, Javier Redal y Juan Miguel Aguilera forman una notable excepción. Escriben a dúo y mezclan en sus obras, de gran interés y buen nivel literario, la space opera con la hard-sf.
B. ANTECEDENTES DE MUNDOS EN EL ABISMO
Se conocieron hace unos doce o quince años, cuando Redal, profesor de biología en el instituto Juan de Garay de Valencia, fundó un club de aficionados al género, dentro de las actividades extraescolares del instituto. Entre los alumnos, estaba Juan Miguel Aguilera, y cuando el círculo desapareció, ambos siguieron en contacto.
Redal se dio a conocer en Nueva Dimensión a partir de 1978. Activo colaborador de la misma, escribió relatos, varios artículos de divulgación y se encargó de la sección «El rincón de la ciencia» después de la desaparición del Doctor Álvarez Villar. En cuanto a Aguilera, es diseñador industrial y publicó también algunos relatos en los últimos años de la famosa revista y colaboró en la realización de varios cómics.
La idea de Mundos en el abismo nació a partir de un cómic dibujado por Aguilera. Redal declara en un artículo:[19] «aparecía un bicho destructor de naves espaciales, basado en el ciclo vital de los virus bacteriófagos» y «un sistema de transporte interestelar sin piloto (el Sistema Cadena), que podía ser invadido por los organismos en cuestión». Entonces, empezaron a escribir Lisogenia, una novela corta que sería el antecedente de Mundos en el abismo, y Redal se encargó de que pareciera científicamente creíble.
«Inspirándome en los extraños ciclos vitales de los virus, desarrollé toda una fauna adaptada al vacío (…). También encontré la solución para impedir la «infección» de las naves espaciales, con lo cual ya estaba el argumento. Ahora bien, esto debía situarse en un escenario. Tal como lo elaboramos, era próximo en el tiempo; un imperio interestelar con capital en la Tierra, unas colonias rebeldes situadas en las estrellas próximas al Sol (incluso hicimos un mapa), una orden religiosa mezcla de samuráis y templarios, y la esperable serie de conflictos en torno al misterio».
Por desgracia, con la desaparición de Nueva Dimensión, no pudieron publicarla.
C. EL MÉTODO
Es interesante el aspecto de la creación conjunta, poco corriente en España.
Después de intercambiar sus ideas, uno de los dos escribe un guión. Luego, el otro lo reescribe y se lo presenta al primero, lo retocan, modifican los personajes, algunas escenas… para que quede a gusto de ambos.
El talento de Javier Redal, que tiene un conocimiento impresionante en campos tan diversos como la biología, la historia, la mitología, las matemáticas, la ingeniería genética… se complementa con el de Aguilera, que tiene mucha imaginación y talento para crear a partir de imágenes. En el artículo anteriormente citado, Redal declara a propósito de la creación a dúo:
«Tómese una idea loca, alumbrada por una mente sintética, intuitiva y artística. Sométase al examen de una mente analítica, lógica y científica. A base de quemar células grises, se descubre que la idea no resulta tan loca, y resulta justificable científicamente».
C. MUNDOS EN EL ABISMO
El proceso de creación de la novela fue bastante largo puesto que duró unos cinco años. El resultado de la transformación y adaptación de Lisogenia es una obra muy acabada, de un admirable rigor científico, que destaca por su gran calidad de estilo. Primer tomo de una de las sagas nacionales de más éxito, Mundos en el abismo es una space opera de inspiración hard-sf que puede compararse con las más logradas producciones de la CF hard anglosajona.
UN ARGUMENTO ORIGINAL
Los hombres viven en el cúmulo globular de Akasa-Puspa, ignorando todo de sus orígenes. Volvemos a encontrar el clásico imperio, civilizado pero con enormes problemas internos, y luchas por el poder. En un escenario inmenso y complejo, entre civilización y barbarie, rivalizan los sacerdotes de una religión claramente inspirada en el hinduismo con militares y políticos, mientras algunos científicos, entre los que el protagonista principal Jonás Chandragupta, intentan descubrir el secreto de la llegada de la humanidad al cúmulo. Tras haber encontrado una misteriosa esfera de dimensiones impresionantes en los confines del Imperio, se encuentran con las formidables ruinas de una antigua civilización, para descubrir al final la evolución del ser humano hasta la fecha.
BASES CIENTÍFICAS
Los elementos científicos son numerosos. Toda la tecnología y la ciencia se basan en lo que ya sabemos y al final de los volúmenes, vienen algunas explicaciones científicas para aclarar al lector. Las naves estelares de la novela no necesitan viajar a la velocidad de la luz, lo que sería científicamente imposible.
Al encontrarse en un cúmulo globular que hubiera capturado el sistema solar varios millones de años antes, los planetas se encuentran muy cerca los unos de los otros y los hombres, después de salir de la atmósfera gracias a las Babeles, colosales torres que se alzan en cada planeta, pueden viajar a velocidades inferiores a la de la luz.
Los conocimientos científicos de Redal se notan también en la descripción de la fauna espacial que tiene una base biológica real.
«La exótica biología angriff, en la que se basa su cultura, está inspirada en la de cierta especie de rana del desierto, mezclada con el ciclo vital de los pulgones».
Basándose en la anatomía comparada, la bioquímica…, sin utilizar los fósiles, los protagonistas intentan descubrir el proceso de la evolución humana.
INSPIRACIÓN HITÓRICA
Cuidaron también el aspecto histórico y sociológico de la novela. Como lo dice Redal, «la hard-sf mejora mucho si se enriquece con soft-sf».
Como muchas, la novela se inspira en nuestro propio pasado: adapta y traslada acontecimientos y personajes históricos, al futuro estelar. La Utsarpini corresponde al fuerte Imperio de Carlomagno apenas salido de la barbarie y su dirigente Khan Karole, el general bárbaro, es una figura tan impresionante como pudiera serlo Carlomagno y se parece también al rey ostrogodo Teodorico que reinó en Italia tras el fin del Imperio de Occidente. «Analfabeto pero respetuoso con la cultura» según la definición de Redal, éste último como Karole, tuvo conflictos con los religiosos y luchó para mantener la civilización en los confines del Imperio.
Para conseguir su objetivo, Khan Karole tiene que aliarse con Srila, pontífice de la Hermandad —el Papado de la época— que sueña con dominar los restos del Imperio y que llegará a coronarlo emperador por sorpresa. En cuanto al Imperio y a sus ciudadanos, llamados un poco despectivamente los romakas, recuerdan el Imperio Bizantino de la misma época.
Algunos de los protagonistas se inspiran claramente en personajes históricos. Es el caso de Khan Karole como ya lo dijimos, pero también del sacerdote Hari Pramantha, basado en Ramón Llull, el famoso poeta y místico medieval y de Chait Rai, inspirado en el aventurero Lope de Aguirre. En Hijos de la eternidad, la continuación de la novela que trata esencialmente de la Esfera y tiene también excelente calidad, el Emperador aparece claramente inspirado en Carlos II el Hechizado.
Se inspiraron también en la sociedad y la cultura hindú: castas, instituciones, religión, nombres —hay que recurrir siempre al glosario final de unas ciento setenta palabras hasta acostumbrarse—… Esto permite un distanciamiento del mundo occidental actual y utilizaron esta cultura porque la india es un microcosmo con conflictos sociales y religiosos parecidos a los de la novela.
Igualmente, se inspiran en acontecimientos o datos reales en lo que se refiere a la organización de la Marina o al mensaje al Emperador de la página 149, que
«se basa en un informe de Hernán Cortés al emperador Carlos V. Ese lenguaje florido y ampuloso no es invención nuestra. El cartel de reclutamiento (Pág. 173) se basa en otro del ejército de los Estados Unidos. Las «Actas de la Conferencia de Krishnaloka» (Pág. 255) se basan en las de la Conferencia de Berlín de 1884-1885, sobre el reparto de África entre las naciones europeas».
OTRAS FUENTES
Las inspiraciones, generalmente inconscientes, en otras novelas de CF como Dune o La paja en el ojo de Dios son patentes y se han basado también en otras obras van
«desde la bibliografía de Carlomagno por Eginardo, su secretario, hasta un libro de divulgación sobre armas cortas».
Redal y Aguilera están preparando actualmente la tercera parte de la serie, ambientada también en Akasa-Puspa, pero varios años más tarde. Juan Miguel declara en una entrevista publicada en junio de 1991 en en BEM n° 10:
«no será exactamente una tercera parte, pero en ella se presentará, al fin, el enfrentamiento entre los habitantes del cúmulo y las máquinas Von Newmann».[20]
Con esta serie de novelas, de seriedad y calidad indiscutibles, se abren nuevos caminos para la CF nacional.
Bibliografía (en común)
Lisogenia
«Sangrando correctamente», (relato corto sobre viajes temporales).
Mundos en el abismo, Ultramar, Grandes Éxitos de Bolsillo, 1988.
Hijos de la eternidad, » » 1989.
«Las garras del vórtice», (Novela corta que quedó finalista en el Premio UPC 1992)
«Ari el tonto (una historia de Akasa-Puspa)», BEM n° 20. Mayo de 1992.
LA NUEVA GENERACIÓN CUIDA SU ESTILO [INDICE]
La CF, a menudo llamada literatura de ideas, ha empezado ya desde varios años a cuidar más su estilo y el lenguaje utilizado. Ha mejorado también la estructura de las tramas, y los argumentos son ahora más complejos que por el pasado.
En España, la nueva generación de escritores se preocupa, como en el extranjero, por la calidad literaria de sus obras. Los mejores en este campo son Rafael Marín y Elia Barceló.
A. LA FINA PROSA DE RAFAEL MARÍN TRECHERA
ASPIRACIONES LITERARIAS
El gaditano Rafael Marín nació en 1959. Cursó estudios de Filosofía y Letras y es actualmente profesor de inglés. Es seguramente el autor más destacado de la última década: a principios de los años 80, decían de él que era la gran revelación de la joven CF nacional y muchos le consideran como el mejor estilista español del género. En efecto, la calidad de su expresión literaria es irreprochable y su temario es muy variado.
Fundador de varios colectivos literarios como Jaramago, El Arca Perdida… es un activo aficionado a la CF y le gustan también las novelas negras, los cómics, el cine… Empezó a escribir a los trece años y publicó muy pronto poemas y luego relatos que envió a Nueva Dimensión, cuyo editor le ayudó siempre a publicar. A partir de entonces, colaboró en revistas y fanzines como Kandama, Maser, BEM… mandando artículos y relatos. A partir de 1982, tras la desaparición de Nueva Dimensión y con las dificultades de la publicación, empezó a trabajar en el campo de la traducción y es actualmente uno de los mejores traductores del género. Es a la vez poeta, conferenciante, crítico de cine, locutor de radio, guionista y crítico de cómic…
CREACIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE SU NARRATIVA
«No puedo imaginarme sin escribir. No sería yo.
Cuando escribo, estoy en otro mundo».
En su obra, Rafael Marín reconoce las influencias literarias de Robert Howard, Raymond Chandler, Stephen King (A tumba abierta), Vargas Llosa, y Umbral al que considera como uno de sus maestros.
Lo que le gusta ante todo es escribir y la CF es un medio de realizar sus aspiraciones.
«Lo que me atrae de la CF (…) es su capacidad de abstracción, su valor de parábola, de metáfora (…): exponer los problemas más vitales del hombre en una situación límite en el tiempo o el espacio, puede servir de ayuda para contemplar desde ópticas distintas problemas no de ahora, sino de siempre».[21]
Le gusta mezclar los estilos:
«siempre he querido creer que cada relato debía tener su tempo, su estilo, su forma de ser contado, que debía ser esa precisamente y no cualquier otra (…) Creo que todo lo que he escrito es difícilmente clasificable como perteneciente a la CF (…) Siempre he jugado a juntar influencias, a mezclar situaciones, subgéneros y estilos».[22]
Generalmente, tarda mucho en acabar sus textos porque es un perfeccionista y siempre quiere profundizar más:
«La inspiración, para mí, no existe. Existe el trabajo, la constancia, el rodaje (…) Soy incapaz de ir escribiendo e improvisando a la vez».
No se interesa por el aspecto científico de la narración sino por su contenido ideológico y por la profundidad psicológica de sus personajes. Muchos de sus cuentos están escritos en primera persona y todos sus protagonistas principales son solitarios rebeldes. El tema recurrente de su obra es la libertad del individuo, pero siempre, todo termina mal.
UNICORNIOS SIN CABEZA
La recopilación Unicornios sin cabeza reúne los mejores relatos de Rafael Marín. De gran calidad e interés, la antología abarca los temas de paradojas temporales («Mein Führer») o consecuencias de catástrofes atómicas («La luna pálida» o «Como el paisaje roto»), pasando por una transposición de la novela negra a la CF («Nunca digas buenas noches a un extraño»). Leyendo esta recopilación, vemos claramente el gusto del autor por las mezclas de temática y estilo.
«Mein Führer» aborda el clásico argumento de las paradojas temporales. Un grupo de neonazis quiere cambiar la Historia y algunos viajan en el tiempo para asesinar a Churchill. Crean así un destino diferente pero se encuentran atrapados en las piruetas temporales. «El acorazado Vladimir», otro relato publicado en Nueva Dimensión, trataba también con mucha ironía el tema de la máquina del tiempo, esta vez propiedad de los soviéticos.
En «El ángel exterminador», dos naves se disponen al acoplamiento para que sus delegaciones puedan encontrarse y negociar una solución pacífica en un conflicto que opone a terrestres y alienígenas, pero en cada nave, se encuentra un ángel exterminador dispuesto a todo para sabotear la misión.
«Habrá un día en que todos…», que obtuvo el segundo premio en la HispaCon de 1979, aborda de manera interesante el problema de una lengua universal. Un día, gracias a la invención de un científico, todos los hombres despiertan hablando el mismo idioma. Con el protagonista, nos damos cuenta de que es un utopismo peligroso que tiene consecuencias dramáticas: destruye la identidad y las características propias de los individuos, toda la literatura escrita hasta la fecha se ha vuelto incomprensible, los profesores de idioma como el protagonista ya no tienen trabajo…
Analiza las consecuencias de una catástrofe atómica en «La luna pálida» en que describe con mucho erotismo el experimento de la protagonista, que para luchar contra la soledad de su refugio, crea un doble y cae en la trampa del narcisismo y del autoamor. Las radiaciones atómicas han producido mutaciones y en el pueblo del relato «Como el paisaje roto», las mujeres se han vuelto estériles. Los hombres van entonces en busca de nuevas mujeres para poder tener descendientes.
En el divertido cuento «Un ligero sabor a sangre», tenemos la impresión de seguir los pensamientos de un vampiro que resulta ser un mosquito.
«Los caminos de la arena» aborda el tema clásico en la literatura del amor más fuerte que la muerte y a lo largo de reencarnaciones sucesivas, el protagonista busca a su amada por el mundo.
«Nunca digas buenas noches a un extraño» es la narración más famosa de la recopilación. Es casi una novela corta y cuenta la aventura de un duro pero sentimental detective privado (Ebenezer Steel) que se rebela contra un régimen dictatorial. El protagonista, que recuerda a Philip Marlow, se enfrenta a los Seguris, los robot ultraperfeccionados de la policía. Un grupo subversivo le convence para que trabaje con ellos y luche para instaurar un sistema justo. Asaltan finalmente el Palacio de Cristal donde reside el tirano y el protagonista se da entonces cuenta de que la verdadera intención del grupo es hacerse con el poder para dominar el país con otra dictadura.
Para este cuento que tuvo mucho éxito entre el público, Rafael Marín, que lo califica de «ácido, cortante y burlón», escribió una continuación: «No me digas adiós».
El cuento de la antología que pudo ser una primera toma de contacto con el tema de Lágrimas de luz es «Un payaso arrepentido». En este relato pacifista, que denuncia la crueldad y la imbecilidad de la guerra a través del soliloquio de un soldado, Marín utiliza un lenguaje coloquial lleno de tacos y expresiones vulgares.
Como lo demuestra esta muestra de relatos, el temario de Marín es variado y generalmente pesimista sobre el porvenir de la condición humana.
LÁGRIMAS DE LUZ
«Creo que pocas veces he sido más feliz que cuando escribía Lágrimas de luz. Esa cosa extraña que te agarra y no se puede describir. Crear me parece que lo llaman».
Lágrimas de luz es la obra más famosa de Rafael Marín y forma parte de las novelas maestras de la CF española. Esta space opera de estilo épico es la primera novela del autor. Narra la formación y las aventuras del poeta Hamlet Evans en medio de la despiadada conquista galáctica de los terrestres, que no dudan en destruir los mundos que se encuentran en nombre de la expansión humana. Desengañado por todas las injusticias, las mentiras de las gestas bélicas y por su trabajo de poeta en las naves espaciales de la Corporación donde debe ensalzar las hazañas de los soldados, abandona su empleo para trabajar como agricultor, juglar y después huir como rebelde en un circo de subversivos.
La calidad literaria y la profundidad psicológica del protagonista principal son indudables, como el análisis temático de las motivaciones profundas de los hombres (amor, conquista, honor…). Para el autor, la novela es a la vez una «mezcla de western, novela autobiográfica, novela épica, novela histórica, novela picaresca…».
La idea de su protagonista nació de las clases de literatura medieval y no tiene nada que ver con el personaje de Shakespeare, sino que se inspira «el hijo de Olafo el amargado, el de los cómics». Se le ocurrió precisamente en estas clases de literatura medieval adaptar los cantares de gesta al mundo de la CF. La novela tomó forma en una tarde, y después de documentarse y estructurar su idea durante unos nueve meses, fue profundizando más en el argumento y los personajes:
«En Lágrimas de Luz, me hice un esquema de cada capítulo (…) donde sabía cuándo y dónde tenía que cortar, qué alusiones meter, qué puntos reforzar, incluso qué metáforas y comparaciones usar en qué momento».
El tema de la libertad está presente en cada página de la novela y seguimos las reflexiones sobre la vida de Hamlet. El epígrafe del libro es una cita de Hugo que termina con estas palabras:
«¿Qué es un poeta? Si se trata de honrarlo, nada; pero si se trata de perseguirle, entonces lo es todo».
Utiliza nombres llenos de simbolismo como para el capitán Ares Wayne (Dios de la Guerra y John Wayne) o la monja Hroswitha
«que tiene el nombre real de una monja alemana que en la Edad Media escribió lo que después sería la base del cantar de gesta».
No piensa escribir una continuación a la historia de Hamlet, pero quiere volver a utilizar este universo y algunos de los personajes que ha creado. La acción de A tumba abierta, novela corta que obtuvo el Premio Ignotus de 1992 al mejor relato, transcurre en el mismo universo que Lágrimas de luz y uno de los protagonistas es el poeta pelirrojo de Monasterio.
«MUNDO DE DIOSES»
Esta novela corta, recompensada por el Premio UPC en 1991, presenta una dinámica poco corriente en la obra de Marín. No nos sorprende entonces descubrir que esta space opera era en un principio un guión de cómic con dibujos de Pacheco.
Davinia Cross es una periodista curiosa que quiere descubrir el origen y la naturaleza de los dioses, unos superhéroes que dominan el mundo gracias a las Centinelas que cazan a los derivantes, clase mutante entre dioses y humanos, que tiene también extraños poderes. Durante su investigación, se encuentra con la centinela Andrea Vanderbilt, en realidad una derivante que intenta disimular sus poderes para que no la maten.
El autor confiesa que la novela trata en el fondo de racismo porque analiza la frustración de los hombres «normales» frente a la superioridad y los poderes de los derivantes y de unos extraños dioses. Se aborda también el tema, recurrente en la CF, de la manipulación de la información por el poder y los privilegiados, de la toma de conciencia de una periodista y del difícil camino hacia la libertad.
Los lectores esperan con impaciencia la segunda parte de esta novela corta que Marín escribió en sólo ocho días (dato poco corriente en él) y que aparentemente quiere ampliar.
LA LEYENDA DEL NAVEGANTE
Esta novela de unas setecientas páginas que, según el propio autor supera en calidad a Lágrimas de luz, se editó bajo la forma de una trilogía.[23] Se desarrolla en un ambiente entre medieval y renacentista de fantasía heroica, género que tiende a distinguirse de la CF propiamente dicha. Un crítico definió la obra como una novela de aventuras en el estilo de las antiguas crónicas románticas de capa y espada. Marín comenzó a escribirla por el año 1975 y acabó los tres volúmenes tras cinco años de labor. Miraguano se decidió por fin a publicar este relato épico de excelente calidad estilística, para el que el autor estuvo buscando editor durante varios años. Según dice Marín
«hay un par de capítulos en ese libro que hay que leer escuchando los Carmina Burana: los momentos de acción, incluso la cadencia de las palabras, están hechas siguiendo la música».
El mundo que describe es a la vez sajón y mediterráneo «los países e islas están todos sacados de sitios reales de la geografía española» y está realizando actualmente un juego de Rol sobre la novela.
En la primera parte, se cuentan las aventuras de Salther, un príncipe salteador de caminos, su llegada a la isla de Crisei y su boda con Ysemeden Elsinores, la narradora. En el segundo volumen, el protagonista viaja hacia la ciudad mítica de Arce para descubrir que es descendiente de la Antigua Raza, y en el último, el autor describe un conflicto religioso y una guerra, basada en la sublevación de los Comuneros de Castilla.
Bibliografía (incompleta)
«José, cuento triste de un marinero solo» (cuento corto) Jaramago 2. 1977.
«Ascensión y muerte de Julián campesino andaluz» (cuento corto) Jaramago 3. 1977.
«Bandido» (cuento corto) Alcotán 2.
«El acorazado Vladimir», Nueva Dimensión n° 146. Julio-agosto 1982.
«Breve historia del retiro y posterior descanso de Dorgon el héroe», Maser 5. Mayo 1983.
«Wargo», Maser n° 5. Mayo 1983.
«Nocturno», Maser n° 5. Mayo 1983.
Lágrimas de luz, Ed. Fénix, S.A. Libros de Nueva Dimensión. Barcelona. 1984.
Unicornios sin cabeza. Ultramar. Grandes Éxitos de Bolsillo. Julio 1987. Incluye:
«Un payaso arrepentido» (ND n° 136. Julio-agosto 1981).
«Habrá un día en que todos». Segundo premio en la HispaCon 79. (ND n° 119. Enero 1980).
«Otros días, otros sueños»
«Mein Führer» (Kandama n° 3. Verano 1981).
«Ángel exterminador»
«Nunca digas buenas noches a un extraño». Novela corta. (ND n° 129. Diciembre 1980).
«La luna pálida». (ND n° 143. Marzo 1982).
«Un ligero sabor a sangre«. (Kandama n° 5. Invierno 1981).
«Como el paisaje roto». (Maser n° 4. Septiembre 1982).
«Dos caminos de la arena»
«Métalas»
«No me digas adiós»
«De entre la niebla», BEM n° 13. Octubre 1991. Premio de la Concejería de Juventud de Cádiz 1987.
«A tumba abierta» (Novela corta. Premio Ignotus 1992) BEM n° 15. Diciembre 1991.
«Mundo de dioses», Premio UPC 1991 de Novela Corta. Ed. B. Nova CF. 1992.
La leyenda del Navegante (tres tomos) Miraguano. Futuropolis. 1992
El muchacho inca. Miraguano, La cuna de Ulises. 1993.
A. EL PERFECCIONISMO Y EL SENTIDO DE LA MARAVILLA DE ELIA BARCELÓ
UNA MUJER ESCRIBE CF
Aunque solo haya publicado profesionalmente una antología de cuentos con una novela corta, la he incluido aquí por su indiscutible calidad literaria y por ser actualmente la única mujer de renombre en el panorama nacional de la CF.
Joven como Marín, nació en 1957, cerca de Alicante y cursó estudios de Filología Anglogermánica en la Universidad de Valencia donde se licenció. Estudió también Filología Hispánica y, por «curiosidad», Derecho, Historia y Medicina. Desde 1981, vive en Innsbruck (Austria) donde es profesora de Historia de la Literatura Española. Da también clases de Crítica literaria, Traducción, Análisis de textos contemporáneos… Extrovertida, polivalente y curiosa, sus dos grandes aficiones son el teatro y la literatura.
Se interesó muy pronto por el género: empezó a leer CF a los once años y escribió su primer relato a los doce. Heredó conocimientos científicos y técnicos de su padre y cultivó mucho lo que llamamos las Humanidades. A finales de COU, realizó un trabajo sobre Lovecraft y a finales de la carrera de literatura americana, otro sobre la temática del género. Ahora, intenta compartir su gusto con los estudiantes y pide relatos a todos los autores de CF en español para hacer cursos.
Todos la dicen muy simpática y erudita, y Miquel Barceló declara en su Guía que
«cuando la obra escrita por mujeres se ha convertido en un elemento fundamental de la más reciente CF anglosajona, la obra de Elia Barceló resiste sin problemas la comparación con otras de la talla de Ursula K. Le Guin, Joanna Russ y Vonda McIntyre, a las que tiene poco que envidiar».
Publicó sus primeros relatos, de gran calidad literaria, a los 22 años, en Kandama y luego en Nueva Dimensión. Escribe por puro placer y en una entrevista para BEM (enero 1992), dice: «mi experiencia me indica que si eres completamente y cándidamente feliz no escribes una maldita línea». Esta capacidad de la literatura en plasmar los deseos, las frustraciones de los escritores es evidentemente una característica general para toda persona que produce obras artísticas. La escritura nace de una insatisfacción.
Por su profesión, Elia Barceló es capaz de apreciar la calidad literaria de una obra. Su perfeccionismo y exigencia en el trabajo dan obras amenas, de gran belleza formal. En su temática, es recurrente el análisis del enfrentamiento entre ciencia y magia, tecnología y leyendas, y paralelamente, entre diferentes culturas. Las reflexiones de sus relatos están llenas de sentimiento, sensibilidad e inteligencia y si sus protagonistas principales son a veces mujeres, nada tiene que ver con el feminismo, puesto que se identifica y tiene tanto afecto a sus personajes masculinos.
EXPERIMENTOS LITERARIOS
«La dama Dragón» es una narración algo experimental que la autora quiso escribir sin marcar los finales de los párrafos ni indicar cuándo cambiaba la focalización, un texto sin cronología en que se mezclan puntos de vista diferentes. La narración empieza así:
«Y así fue como en nuestra pacífica comarca la llegada del dragón hizo que todo el mundo se encerrara en sus casas en lugar de reunirse como antes en la plaza; las madres no permitían que sus hijos se alejaran de las calles y los viajeros se detenían días y días en las posadas por miedo a salir a campo abierto. SOS SOS, Luna llamando a Madre, SOS SOS. Estoy cayendo hacia el quinto planeta, mi módulo no responde, SOS Madre, contesten. Estoy cayendo hacia una gran isla con forma de manzana. Luna a Madre, SOS SOS. Bien es verdad que el dragón se había comportado hasta el momento de forma bastante civilizada…».
Como lo dice Elia, el impacto de este texto muy acabado viene precisamente de la forma en que está escrito.
Experimental también es el divertido e interesante relato «Aquí estamos todos juntos». Especie de reflexión o juego literario entre el escritor y el lector, lo escribió para explicar a sus alumnos la diferencia entre personaje, narrador y autor. Volvemos a encontrar a cuatro protagonistas de otras historias del volumen, Luna, Minnie, Shejet y Nel, que se dan cuenta de su condición de personajes. Entre las reflexiones de los protagonistas que intentan descubrir qué pasa, el narrador se dirige directamente al lector y se entabla una especie de conversación.
—Yo creo —comenzó Minnie tímidamente— que podríamos intentar concentrarnos los cuatro en lo que queremos y a lo mejor el narrador se pone en contacto con nosotros.
—Ya que no hay ninguna idea mejor, intentémoslo —opinó Luna.
—De acuerdo —contestaron los hombres.
Aquí tú te sorprendes y esperas a ver qué sucede y yo me desentiendo de ti enseguida porque yo, el yo que narra, lleva mucho tiempo pidiendo permiso a la autora, a la que inventa, para poder entrar en contacto con ellos, para poder compartir mi angustia de narrador con la suya de narrados, meras ficciones, tú incluido, en la mente de alguien con quien no podemos relacionarnos. Y por fin la licencia llega y yo puedo introducirme, introducir el yo en el relato y digo:
—Estoy aquí, Nel, Luna, Minnie, Shejet…
El relato es efectivamente un interesante ejercicio de reflexión sobre los procesos de la creación y el lugar que ocupa cada uno en ella.
RELACIONES ENTRE INDIVIDUOS
La autora estuvo siempre interesada en la coexistencia de cosas aparentemente opuestas como la magia o la religión y la ciencia. Esta coexistencia de lo opuesto, volvemos a encontrarla en sus análisis de las relaciones humanas.
En «Sagrada» o «La dama Dragón», reflexiona sobre la devoción y el amor que se puede sentir hacia un cyborg o alguien que no pertenece a la misma cultura, con las dificultades que ello puede presentar.
«Minnie» es un cortito relato de amor que la autora define como un «cuento inocente y sencillo». Es una transposición al futuro del tópico, recurrente en tantos poemas y canciones, «de una muchacha provinciana que cree de buena fe que su amante volverá a buscarla». El tema abordado aquí es el del amor loco, ciego y más fuerte que todo, pero también el del amor burlado de la ingenua Minnie.
En «Nosotros tres», narración en primera persona de gran belleza formal, vuelve a hablar de amor, pero también de amistad, de sufrimiento… En este relato, que tiene una gran riqueza de metáforas, las sorpresas son constantes: se mezclan los recuerdos del protagonista con los asuntos del trabajo que está realizando en la mina. Nos cuenta la historia de su amigo Felo que, para librarse de una sociedad alienante, pasó a convertirse en máquina y adquirió su independencia como cyborg. Cuando las autoridades se dieron cuenta de que no lo podían controlar, le enviaron a Dulce para persuadirle de que era necesario ayudar a su amigo. Entonces, pasó a convertirse él también en máquina y ahora, los tres (Felo, Dulce y el que nos cuenta la historia) son prisioneros de un mismo cuerpo de cyborg y trabajan en la mina, sin poder detener los recuerdos ni el sufrimiento.
«El jardín de las flores que se columpian» trata una vez más del encuentro con otra cultura y de la difícil comunicación entre los seres (tema central de «Piel»). Para vengarse de lo que les hicieron los humanos, los alienígenas del maravilloso jardín donde se encuentran Shejet y Jaifa, amplifican el mal que hay en los hombres para que así se destruyan. Dan en realidad a los humanos la muerte que llevan dentro, amplificando la perversidad de sus mentes. La narración se reparte en tres monólogos interiores y así podemos apreciar lo que siente y piensa cada uno, sus dudas, sus angustias. Permite a la vez un juego sobre la verdad y la mentira que aparecen claramente a los lectores mientras los personajes se engañan. Con el último monólogo del alienígena Arén, descubrimos la verdadera situación, los rencores… En este relato como en «Sagrada», vemos cómo la mente puede volverse un arma peligrosa.
RELATIVISMO CULTURAL
La idea de «Embryo»[24] nació un Viernes Santo, cuando la autora empezó a pensar en la encarnación de Cristo en la Virgen. Entonces, se imaginó «la encarnación de un extraterrestre en una humana» y pensó
«cómo sería un nacimiento desde el punto de vista del bebé, que normalmente no debe tener muy claro que está naciendo sino que para él debe ser como una muerte, una especie de expulsión del paraíso que ha sido su mundo hasta entonces».[25]
El resultado es un cuento algo tenebroso que inquieta por su tema y su enfoque. Un ser, enviado por los suyos en diferentes planetas para recoger información sobre las civilizaciones que se encuentra, aparece en la Tierra bajo la forma de un embrión. Asistimos al nacimiento desde dentro y la madre le tiene miedo a su niño: siente que tiene algo raro y quiere matarle. Finalmente, es ella la que muere, pero según la autora, el bebé sólo trataba de defenderse en un mundo hostil.
En «La estrella», relato recién publicado en BEM, la confrontación entre una nueva especie y los hombres «auténticos» permite también abordar la relatividad de los valores. Este tema de la relatividad de nuestras percepciones y de nuestros valores culturales —«Una antigua ley»— es recurrente en Elia que mezcla a veces los universos de la CF y de la fantasía para abordarlo, como en «Sagrada» o «La dama Dragón«. En la primera narración, una novela corta, Nawami Fang Tai, una asesina al servicio de la Liga Intergaláctica debe matar a la Intocable, la Madre Sagrada, especie de oráculo que reside en un lejano planeta periférico. Se contraponen las culturas de estos dos mundos y la autora analiza las motivaciones profundas de los protagonistas.
En las primeras páginas, asistimos al regreso a casa de la asesina profesional Tai Fang Djem que acaba de cumplir una misión y piensa en su trabajo y en su hija Nawami. En estas páginas, ya se forma el contraste entre todo lo inexplicable (magia, leyendas, sueños, premonición, los Arcanos…) y la realidad material. La sensación se ve reforzada una vez en el planeta donde Nawami debe cumplir su misión.
En su viaje para llegar a la Madre Sagrada, la asesina profesional se encuentra con el joven arquero Arven que le sirve de guía y le habla de las leyes y costumbres de la sociedad matriarcal Kenddhai. Descubre un mundo diferente, con poderes sobrenaturales, ritos, leyendas sobre la creación del mundo y una moral de vida interesante.
La visión de la muerte es también un punto clave del relato por la profesión misma de la protagonista y su misión. Incluso llega a presentar el asesinato como algo bello cuando tiene que matar a su madre. Al principio del relato, ya declaraba que
siempre le sorprendía la infinita variedad de valores que comportaba la muerte en las diferentes sociedades de la Liga de Pueblos. Podía ser algo terrorífico, humillante, enriquecedor, lógico, hermoso, deseable, planificado, arbitrario, ennoblecedor… ¡tantas cosas!
La protagonista reflexiona sobre lo que le rodea, sobre esta civilización, tan diferente de la suya, sobre el bien fundado de su misión y la validez de los órdenes. Por el camino, se enfrenta a poderes telepáticos con armas de una cultura tecnológica, y se encuentra con la joven Faissa que va a sacrificarse, a «enterarse viva» según Fang Tai, ya que, llamada por la anciana Intocable viene para sustituirla.
Finalmente, llegada al Santuario, Fang Tai se encuentra con su propia madre a la que creía muerta. Ésta le revela el propósito de la Liga que quería dominar este planeta y la ha enviado en realidad para sustituir a la Intocable. Fang Tai quiere rebelarse contra la Liga y su destino, pero se queda finalmente en el planeta y adopta la cultura Kenddhai que ha aprendido a respetar y apreciar.
Se nota una voluntad de volver al estado natural, a sentimientos más sencillos y valores más nobles, encarnados por Arven y Faissa.
A esta concepción natural de la vida, se opone una cultura supuestamente evolucionada pero en realidad manipuladora, en que el concepto de la libertad parece finalmente bastante ambiguo y dudoso. Se trata más de manipulación que de destino o determinismo cuando descubrimos al final de «Sagrada» que la asesina y los habitantes del planeta se han dejado engañar por la Confederación Intergaláctica.
En «Nosotros tres», vuelve a aparecer el mismo tema del engaño, esta vez por medio de la mujer, utilizada como símbolo sexual. El protagonista se ha rebelado contra una sociedad prisión alienante, en que todos los individuos son idénticos, sin ideas propias, una sociedad de prohibiciones, consumo a ultranza y competición. Allí, el individuo es un elemento ciego que pertenece al sistema y no sabe de qué sirve ni cuál es el sentido de su existencia. El dolor y la muerte de los hombres no tienen importancia. Lo importante es mantener el poder y han desaparecido todas las cosas superfluas. El arte, el ambiente de los bares, hasta las palabras, se han vuelto un lujo.
Otro elemento de alienación y manipulación del hombre es la religión, tema también predilecto de la autora que constata
««la necesidad del ser humano de no sentirse solo y sin padre en este mundo».[26] Los humanos necesitan tener una meta, creer en algo, que sea en la ciencia y la tecnología, aunque no las entiendan, o en la religión y la magia, más difíciles de aceptar para las mentes analíticas y lógicas de una civilización basada en el progreso tecnológico».
En «La dama Dragón», Barceló aborda el contraste entre esta tecnología y una sociedad primitiva dispuesta a creer en lo inexplicable. Luna cae con su nave —que para Thorn y la leyenda es un dragón— en un planeta desconocido. Para protegerse, la protagonista se vale de la credulidad del pueblo e inventa el culto a la dama Dragón. La religión sirve de explicación para lo que el individuo no entiende, lo que coarta también su libertad. Parece sin embargo que los individuos de este planeta conservan, con esta facultad de creer, algo que los hombres de la civilización tecnológica ya no tienen: la capacidad de asombrarse ante lo hermoso o lo desconocido, de maravillarse. La protagonista dice:
y así somos nosotros: duros, secos, estériles, vacíos (…) Tenía razón María; en su civilización ya no había forma de hablar de amor.
Así, como siempre en Elia, hay que relativizarlo todo: la religión no es forzosamente algo alienante.
La alusión religiosa de «La mujer de Lot» es esta vez exenta de toda visión manipuladora. En este relato, especie de reflexión sobre el papel social de la mujer, las referencias bíblicas son claras:
Tomó la Biblia, que siempre estaba encima de la mesa y, como siempre desde la destrucción del hogar, la abrió por el fragmento de Sodoma y Gomorra. Leyó en silencio, moviendo los labios ligeramente, hasta el final del pasaje. Cerró el Libro y pensó en la mujer de Lot. ¿Por qué habría desobedecido aquella mujer la orden del ángel? Sus pensamientos siempre volvían a esa pregunta. ¿Tanta era su curiosidad? ¿Tanta como para exponerse a su propia muerte y dejar abandonado a su marido y a sus hijas? Echó la cabeza atrás y volvió a cerrar los ojos. Mirar atrás destruye. ¿Dónde había oído eso?
La protagonista no deja de pensar en su pasado y tiene mucha nostalgia. Incapaz de vivir en el presente, tiene el mismo destino que la mujer de Lot y al volver a casa, su marido la encuentra «serena y hermosa como una estatua de sal».
En las pulidas narraciones de Elia Barceló, pese al pesimismo propio del género, se siente un formidable mensaje de amor y comprensión.
Desde unos meses, la autora busca publicar Uke, una novela de dark fantasy. Está trabajando esencialmente en obras más largas y tiene varias novelas en preparación.
Bibliografía (incompleta)
Sagrada. Ed. B. Nova CF. Barcelona. Mayo 1989. Incluye:
«Sagrada»
«Nosotros tres»
«Minnie»
«Una antigua ley»
«Embryo»
«La dama Dragón»
«El jardín de las flores que se columpian»
«La mujer de Lot»
«Aquí estamos todos juntos»
«Piel»
«Cobarde», BEM julio 1992.
«La estrella», BEM n° 13. Oct. 1991. (premiado mejor relato en la HispaCon 1991).
CONCLUSIÓN [INDICE]
Quizás la mayor diferencia entre los autores norteamericanos y los españoles sea la mayor preparación científica de los primeros. Los latinos son más imaginativos y la escritura les viene del corazón. Desgraciadamente, no pueden vivir de la creación literaria y escriben sobre todo por pasión y entretenimiento.
En España, son poco numerosos y no son tan famosos como Asimov u otros anglosajones. Poco vendidos, excepto entre aficionados (que no les leen preferentemente), tienen sin embargo buena calidad literaria y temática. En una entrevista para BEM, Elia Barceló declaraba:
«con los textos españoles que tenía a mi alcance, hice dos veces un curso de SF española y puedo decirte que mis estudiantes se quedaron encantados, les gustó muchísimo y en ningún momento tuvieron la impresión de que nuestros autores fueran tercermundistas o quedaran por debajo del nivel general de otras literaturas. Y ésa es también mi opinión».
Los que acabo de reseñar abarcan varias épocas, estilos y temas, la alienación del hombre y la libertad siendo quizás los más recurrentes. Los más veteranos siguen cultivando el género con toques originales y propios como Bermúdez, y los nuevos escritores ya están demostrando su calidad. Son una buena muestra del género en la península, pero aunque ilustren tendencias generales, cada uno es particular y no existe todavía una escuela española con características propias y comunes.
Los aspirantes a escritores son numerosos y algunos ya han obtenido premios. Además de los ya citados, se puede contar para el futuro con César Mallorquí, algunos miembros del Grupo Interface o de la AEFCF, la antología seleccionada por Julián Díez denotando un interesante panorama con nuevos enfoques y estilos (Félix J. Palma, León Arsenal, Juanma Santiago, Pedro Pablo García May...)
© Copyright de Florence Behm para NGC 3660, Enero 2017
[1] Cf Todos ustedes zombies de Heinlein.
[2] Cf Isaac Asimov. Tema tocado también por «Alan Comet» en Memorias de un robot, T. Salvador en «Los hombres metálicos” y por Vigil en tres cuentos publicados en Nueva Dimensión: «George», «Vampiro», «Pesadilla mecánica»…
[3] El iniciador de este tipo de relato fue Clifford Simak.
[4] Cf tema de Slan de Van Vogt y Highways in hiding de G.O. Smith.
[5] Un concurso de relatos llevaba su nombre en la última HispaCon.
[6] Relato premiado en la EuroCon de 1972.
[7] Protagonista de «Sagrada» de Elia Barceló.
[8] En el aspecto de combates de carretera, el relato «1944» se presenta como un claro antecedente de este texto.
[9] En El Señor de la Rueda por ejemplo, la consistencia del lenguaje coloquial de la astronauta deja un poco que desear, pero es interesante el enfrentamiento del idioma moderno de Lady Jane con el, arcaico, de Sir Pertinax.
[10] Para el periódico La Verdad, del 31 de diciembre de 1991.
[11] Cf F. Phol y C.M. Kornbluth en Mercaderes del espacio. Referencias también a Defoe (Robinson), a Verne y a Kipling.
[12] Término de clara intención peyorativa en un principio que deriva de las «soap opera» (seriales radiofónicos patrocinados por marcas de detergentes), empleado por primera vez por el autor y aficionado Wilson Tucker, en 1941, para tratar de novelas de aventuras que transcurrían en torno al viaje interestelar.
[13] Cultivado por E.E. Smith, E. Hamilton, J.W. Campbell, J. Williamson… en los años 30 y 40, adquirió más riqueza y complejidad con la serie de las Fundaciones de Asimov.
[14] Cidoncha escribió varios relatos en torno al imperio como las Crónicas del imperio (incluyen dos novelas cortas: «El gran juego estelar» y «El largo camino hasta Irio») que fueron editadas por aficionados, sin pie de imprenta.
[15] El segundo tomo iba a ser El ángel tenebroso.
[16] Escribió más de cien novelitas de serie B y muchas se expusieron en la última HispaCon.
[17] Se puede notar el cuento satírico «El ángel malo que surgió del sur» en respuesta a un artículo crítico del escritor Roberto Toyos.
[18] La serie se compone de tres tomos pero se prevé la publicación de una cuarta parte para finales del año. El título anunciado es Wyharga. Hasta piensa en escribir dos tomos más: Ankar y Los orígenes.
[19] Todas las citas de esta parte están sacadas del mismo artículo: «Mundos en el abismo e Hijos de la eternidad: cómo se hicieron». No Ficción n° 4. Abril 1991.
[20] El concepto de la máquina autorreproductora data de 1950 (John Von Newmann). Tema de gran interés científico, tratado por los mismos años que Redal y Aguilera por autores tan famosos como Brin, Bear o Benford.
[21] Maser, «Rafael Marín: l’enfant terrible».
[22] Excepto la de Maser, todas las citas de esta parte están sacadas de No Ficción que dedicó su n° 3 a Rafael Marín. Se publicó en otoño de 1990.
[23] Crisei, Arce, Génave.
[24] CF un cuento de Bradbury: «El pequeño asesino».
[25] Entrevista para BEM (enero 92).
[26] Entrevista para BEM (enero 92).