Álvaro Aparicio

Álvaro Aparicio dejó de estar muerto el 15 de marzo de 1985, para prolongarse en su actual jaula de huesos hasta nuestros días. Informático de profesión, escritor de vocación, bifurca sus competencias creativas entre lenguajes que le permitan, ya sea con álgebra booleana o una hondonada de adjetivos, encontrar la rima que lo devolverá a su estado original, es decir: a los momentos previos al 15 de marzo de 1985. Hasta entonces, inmerso en esa búsqueda, se ha convertido en banderizo de aquellas editoriales (con especial mención a Pulpture) que han visto en su labor un noble ejemplo de autodestrucción, así como también de Noviembre Nocturno, portal tentacular de asidua colaboración en el cual va dejando gramos de su propia alma a modo de tributo. Es la ley en los caminos que discurren más allá del camino.

Y es así como ha ido publicando sus novelas: Señora de los Caídos (Pulpture), Lo Frágil (Carlinga Ediciones); y la antología que ha coordinado: Atlas Negro (Pulpture y Noviembre Nocturno); y las antologías en las que simplemente ha participado: Ritos de Dunwich (Edge), Ruido Blanco (MMEdiciones, varias ediciones), Grimorio 13 (Carlinga Ediciones); y alguno de los premios que ha ganado o en los que ha sido mencionado: El Fungible 2014 a Mejor Relato (Ayto. de Alcobendas), Los Mitos Modernos (Pulpture), finalista en Sambori 2015, entre muchos otros; y alguno de los concursos en los que ha ejercido de jurado: La Mano Fest 2015, II y III Certamen de Carlinga Ediciones; y en los jardines en los que alegremente se ha metido sin saber muy bien por qué: ex miembro de la última junta directiva de Nocte, Asociación Española de Escritores de Terror.

Así pues, queda más o menos definido el perfil de este sujeto que, proviniendo de Montevideo, Uruguay, aun se arrastra por las calles de Valencia con aire treintañero y facineroso. Si por un casual lo ve usted vagabundeando por su barrio, llámenos. Va armado con un perro salchicha, boli y una libreta, y es capaz de cualquier cosa con tal de escribir la última rima.