Star Wars Los últimos Jedi

| Título original: Star Wars: The Last Jedi | Dirección: Rian Johnson | EEUU |
| Guión: Rian Johnson | Música: John Williams 2017 | 150′ | CF |

Por Miguel Ángel Tejero Rodríguez

Cartel Star Wars Los últimos Jedi

Mandíbulas abiertas hasta rozar la moqueta del suelo; cubos de palomitas consumidos en medio de ataques de ansiedad y colecciones de uñas clavadas en los reposabrazos de las butacas: esta es mi previsión de lo que se vivirá en las salas donde se proyecte la segunda parte de la nueva trilogía de Star Wars.

No voy a cometer el error de discutir aquí detalle alguno sobre el argumento: que la historia arranca justo allí donde El despertar de la fuerza terminaba, es lo único que el espectador interesado debe saber. Los personajes y las tramas evolucionan a partir de ese punto por caminos que ni los coleccionistas de las más retorcidas teorías se atreverían a imaginar, y es que las expectativas de la audiencia van a terminar saliendo en fila organizadamente por la puerta del cine, antes incluso de alcanzar la media hora de metraje.

Tan sorprendente fue la elección de Rian Johnson para dirigir Los Últimos Jedi, como lo ha terminado siendo el resultado de su trabajo, más de tres años después de que se anunciara su nombre. Con tan solo tres pequeñas películas, Johnson se ha convertido en un favorito de la crítica que lamentablemente jamás se había acercado a un presupuesto tan abrumador como el que ha manejado aquí. Es irreprochable la manera en la que narra con igual pulso batallas espaciales, duelos de intelecto o secuencias oníricas. Y que además sea también el único autor del guion, le señala como único responsable de un film que, si bien encaja en la estructura clásica de la saga, se escapa de algunos de sus cánones estéticos y llama la atención especialmente por el tono, que navega con elegancia entre la comedia ligera y el drama extenuante.

Esta mezcla que, quizá no sea del gusto de toda la audiencia, le viene muy bien al tema elegido por el director para vertebrar su obra. Da la sensación de que Johnson analiza su propia experiencia a cargo de este film, cuando nos subraya en varias subtramas que un don nadie puede ser una pieza clave del futuro de millones de personas. Y es así cómo el director se gana nuestro corazón, con alguno de los momentos más alejados, quizá, de una franquicia que temáticamente ya empezaba a repetirse.

De las nuevas incorporaciones, podría hablaros de la elegancia de Laura Dern o la bravuconería de Benicio del Toro, pero prefiero quedarme con la candidez y la determinación de Kelly Marie Tran, un nuevo rostro que es capaz de atrapar con su encanto la esencia de ese héroe que lo es, no por designio o por linaje, sino por hacer únicamente lo correcto.

Tengo que agradecer especialmente al creador del film, que haya sabido valorar en su justa medida a uno de sus principales personajes, ya que ahora nadie me mirará mal cuando diga que Kylo Ren me parece, ya desde la primera parte, un villano excepcional: el niñato enrabietado pasa aquí a ser un megalómano imparable e impredecible que, dentro de su locura, nos brinda lo que es a mi parecer el momento cumbre de Los Últimos Jedi.

Rian Johnson ha sido víctima de su propio éxito y no ha podido decirle que no a Kathleen Kennedy cuando la directora de Lucasfilm le propuso sacar adelante una nueva trilogía, alejada ya del apellido Skywalker. Esto quiere decir que, a menos que se planifique bien el tiempo, el director no nos dará nada que no esté relacionado con esta «galaxia muy lejana» hasta dentro de por lo menos nueve años. Este es el precio que vamos a tener que pagar por tener ahora un excelente octavo episodio. Que la fuerza nos acompañe, porque lo vamos a necesitar.

© Copyright de Miguel Ángel Tejero Rodríguez para NGC 3660, Diciembre 2017

| Intérpretes: Daisy Ridley, John Boyega, Adam Driver, Óscar Isaac, Mark Hamill |
| Carrie Fisher, Domhnall Gleeson, Benicio del Toro, Laura Dern… |