Servicio de protección

 

Por Ricardo Manzanaro

Uno de los agentes de seguridad recibió el aviso. El protegido estaba dispuesto para salir de su domicilio. Los cuatro miembros del comando se colocaron estratégicamente alrededor de la puerta principal de la vivienda. Uno de ellos hizo la señal indicando que ya podía salir. A continuación, los soldados, con movimientos rápidos y certeros, condujeron al tipo hacia el coche blindado.

Súbitamente, se escuchó un potente estallido. Tres de los guardaespaldas observaron con horror cómo el otro compañero caía al suelo, mientras le reventaba la cabeza. Corrieron a ocultarse detrás de unos coches, tumbando al protegido contra el suelo. Uno de ellos comenzó a gritar a través del transmisor, informando al Cuartel General del ataque que estaban sufriendo.

Segundos después una decena de personas surgieron de distintos lugares de la zona, disparando a mansalva con pistolas, metralletas y fusiles láser. No les costó mucho tumbar a los tres soldados enemigos. El protegido salió corriendo, gritando desesperado, pero enseguida fue cazado e inmovilizado.

Con extraordinaria celeridad, los soldados vencedores sedaron al tipo, y seguidamente le extrajeron sangre y fluidos varios. Introdujeron las muestras en una nevera portátil, y salieron disparados hacia el laboratorio. De todas formas, ya en el mismo camión que les transportaba, los técnicos comenzaron a practicar los procedimientos biológicos para aislar el ADN. Los posteriores ensayos confirmaron la información ofrecida por espías infiltrados en el ejército enemigo. Aquel individuo presentaba una mutación gracias a la cual mantenía siempre el colesterol en cifras correctas, independientemente del tipo de alimentación.

El teniente general de la zona recibió la buena noticia durante la reunión del comité de seguimiento bélico. Con éste ya sumaban 9 secuencias de ADN conquistados al rival, mientras que ellos no habían perdido ninguno. A eso se sumaba el éxito de las dos últimas incursiones en territorio enemigo, durante las cuales habían destruido 5 laboratorios, 3 depósitos de medicamentos y 20 farmacias.

La guerra de Farma-Tech contra Mega-Labo estaba decantándose claramente hacia la primera.

© Copyright de Ricardo Manzanaro para NGC 3660, Junio 2017