PRESENTACIÓN
Por Pily Barba para el proyecto Adopta una Autora
Raelana
- nombre propio que aparecía en uno de los trabajos de Margaret Weis.
- nick con el que intervenía en los foros.
- nombre por el que normalmente se la conocía.
Dsagan
- Derek Sagan, uno de los protagonistas de La estrella de los guardianes de Margaret Weis.
- surgió cuando decidió crearse una cuenta de correo electrónico: Raelana, a secas, ya estaba «cogido».
- cuando empezó a ser publicada decidió utilizar ese nombre.
Conocí a «Rae» en persona, si mal no recuerdo, en 2011, en una de las múltiples locuras en la que ambas terminamos embarcándonos: se trataba de rodar el primer videoclip del grupo musical Balamb Garden; ella, sería operadora de cámara y directora, y yo, participaría como «actriz» invitada. Por aquel entonces, únicamente la conocía a través de Internet, de la primera etapa de NGC 3660, donde colaboró en múltiples ocasiones. Pero de ella poco más sabía, salvo que era de Málaga y, aprovechando que hacía un viaje hacia el norte, se pasaría el fin de semana por Madrid casi exclusivamente para rodar el vídeo musical. Por esta misma razón, a cerca de esta misteriosa mujer, solo tenía claro que me gustaba lo que escribía (ya fuera ciencia ficción, fantasía o terror, porque a todo le daba y lo hacía realmente bien), y que en aquellos días la observaría también en su faceta de cineasta; desempolvando sus conocimientos acerca del cine y poniendo en práctica sus estudios —largo tiempo aparcados— sobre montaje de vídeo digital. Así que fue extraño, muy extraño, porque un rato después de conocerla en persona (en realidad, poco rato) sentí como si lo hiciera desde hacía mucho, mucho tiempo. Raelana Dsagan, por si os lo preguntáis, resultó ser una mujer algo tímida, educada, modesta, inteligente, y con una mente preclara también en aquellos terrenos en los que debía alejarse de las letras. Por otra parte, y eso me gustó, era directa cuando debía serlo; pero sin ningún tipo de brusquedad, y siempre tras la escucha. Creo que me enamoré, en cierto modo, de ella.
Y precisamente por eso estamos aquí: por esa razón es una de mis autoras adoptadas. Pero volvamos brevemente al videoclip de The Ghost, que no quisiera dejar el tema ahí colgado y más habiendo cierto material interesante con respecto a este y a Raelana, por supuesto. En principio, la idea surgió del cantante del grupo Magnus Dagon, gran amigo de Rae y a quien ella, por otra parte, admira muchísimo (me consta que el sentimiento es mutuo, pero en el caso de ella, además, lo ha apoyado a muerte en su faceta de escritor, aunque ya hablaré de ello en otra ocasión, porque, de hecho, incluso han llegado a colaborar juntos en un proyecto denominado El Tecnoverso). Magnus la lio (literalmente) para que rodase el vídeo y de ahí salió un producto modesto pero muy representativo. El resultado final, según ha comentado la propia Rae, fue un videoclip en colores sepia, básicamente porque, aunque la idea era que terminara siendo en blanco y negro, Raelana pensó que era mejor suavizarlo por el bien de la propia historia. También tuvo la idea acertada de recomendar a Magnus que este saliese en el vídeo, puesto que él no lo tenía previsto: Rae consideró que siendo al mismo tiempo la presentación del grupo, era un detalle fundamental. Finalmente, así se hizo.
De acuerdo, ahora ya sí, una vez dados unos poquitos detalles, no me extenderé más, puesto que es absurdo existiendo una entrada tan esclarecedora y divertida como la que creó por aquel entonces la propia Rae, en su modesto rincón Escrito en Agua (os recomiendo su blog encarecidamente; podréis seguir sus pasos y algunas noticias respecto a publicaciones de género).
Echadle un vistazo, hacedme caso. Veréis cómo se mueve como pez en el agua contando historias (en esta ocasión, totalmente verídica), y os lo pasaréis estupendamente conociendo de primera mano sus pensamientos y los detalles del que podríamos considerar el making off escrito de aquella locura:
Por cierto, que conste que tengo más anécdotas con respecto a su faceta de cineasta, puesto que volvimos a colaborar en el rodaje (ambas siguiendo el mismo rol) del tráiler de The Jammers, pero simplemente os dejaré la entrada, de nuevo, de Escrito en Agua, donde habla brevemente de su concepción y hay asimismo un enlace al booktrailer.
Trailer oficial del libro de The Jammers
Volviendo a ella, a Raelana Dsagan, a la escritora, se podría decir que es una persona entregada y luchadora: a pesar de no haber recibido aún el reconocimiento que se merece, no ha dejado prácticamente de escribir (salvo cuando la vida le ha obligado a ello), lo que me hace sospechar que realmente no puede evitarlo. Y no me confundo. Esto es lo que nos cuenta Raelana, muy brevemente, sobre sus inicios:
«Empecé a escribir por necesidad, cuando tenía nueve años. A mí me encantaba leer y ya me había leído todos los libros que tenía por casa; los míos, los de mis hermanos… pero quería continuar, así que ni corta ni perezosa empecé a escribir uno: rápidamente descubrí que no era nada fácil (carcajadas).
Aquella primera historia nunca llegué a terminarla, pero con ella me di cuenta de que escribir es como imaginar historias, solo que, al escribirlas, puedes darles detalles en los que no te paras al imaginar y luego puedes revivirlas cuando las lees».
Ha aparecido en multitud de antologías (participa siempre que puede, y os diré más, las divulga desde los inicios de su concepción para que todo aquél que quiera participar tenga la oportunidad de hacerlo. Así es ella: altruista y comprometida). Ha sido finalista en un buen puñado de certámenes literarios (también sobre esto hablaré en otra ocasión; espero poder daros detalles interesantes al respecto. Seguro que los hay), y ha ganado muchos otros. También es, como ya he dicho, asidua colaboradora de nuestra web y de otros muchos proyectos…
Pero, además de su perfil de escritora y de estar interesada en el mundo audiovisual (por el momento ha rodado algún cortometraje que otro —hace mucho, mucho tiempo, aunque no sabría decir si fue en una galaxia muy lejana—; tres videoclips para el grupo musical Balamb Garden —no sé por qué me da que ese número irá en aumento—, y un booktrailer para la antología publicada por la editorial Saco de huesos: No tocar. ¡No está nada mal! ¿No os parece?); también ha configurado un libro-juego titulado Infección (2013), del que (sí, ya sé que lo sabéis) también os hablaré en el futuro.
Asimismo, y a pesar de lo tímida que pueda llegar a ser, fue una de las fundadoras, junto a Alejandro Castroguer, Patricia García-Rojo y Javi Durán, del colectivo literario Málaga Escribe.
Primera tertulia de Málaga Escribe (5/11/2011)
Esta amante de los dragones, de Doctor Who, de Marc Almond, de Ray Bradbury y fan fatal (confesa) de Margaret Weis, es una creadora nata, además de soñadora y muy trabajadora. ¿Será porque, tal y como ella dice, es incapaz de decir que no a casi nada? ¿Tal vez es una loca entusiasta y se deja llevar porque le gusta vivir y experimentar aquellos proyectos en los que cree? A todo ello, va a ser que sí. Y eso dice mucho de ella. Entre muchas otras cosas, que básicamente es una mujer que está muy, muy viva, e ilusión no le falta.
Pero ya la iréis conociendo más a fondo, ya. Y en todas sus facetas, porque la idea es seguir presentándola un poquito más en cada uno de los artículos; ya sean dedicados a sus proyectos pasados o a los futuros… y tal vez incluso en las reseñas que haga de sus obras (y a pesar de que, por el momento, Raelana es una escritora de distancias cortas, es decir, se mueve más en el formato del relato que en el de la novela, aun cuando ya cuente con una de género fantástico publicada en 2013: Hijos de Tayyll). Pero, por el momento, esta será la presentación y bienvenida al mundo de una persona realmente interesante. De una creativa que, sí o sí, merece ser tenida en cuenta.
Os dejo con unas emotivas palabras, escritas expresamente para acompañar mi presentación, del gran Magnus Dagon: el autor, el músico, EL AMIGO.
«¿Qué puedo decir de Raelana? Lo primero que se me pasa por la cabeza es lo siguiente: si alguna vez en esta vida tuviera que asaltar algún reducto divino, ya fuera Cielo o Infierno, querría que ella fuera la persona que se encontrara a mi derecha.
Lo peor de todo es que lo que acabo de decir, lo digo en un sentido literal. Por loca que fuera la idea que le propusiera, por extraña que pudiera parecer, siempre estuvo ahí y se apuntó al fregado. Hemos realizado innumerables proyectos juntos, desde grabación de videoclips a tráilers o colaboraciones en libros, y eso sin contar todos los eventos o lugares relacionados con la literatura que hemos visitado, desde Hispacones a templos perdidos en el punto más meridional de todo el continente europeo. Raelana es una de las personas más lanzadas y leales que he conocido jamás. Confío tanto en ella que puedo confesar, sin ningún tapujo, que tengo un archivo de texto en mi escritorio en el que doy instrucciones de que, si me muriera de alguna manera prematura, se le hiciera llegar toda la obra literaria y musical que tengo guardada en el disco duro (hay otra persona a quien pido que se mande, pero eso es información que me guardo para mí).
Pero es que además de su intachable altura moral e incuestionable amistad, Raelana es una excelente escritora. Por un lado, he tenido el placer de disfrutar de su obra, tanto el placer público de leer lo que está al alcance de todos como el placer secreto de saborear los manuscritos y proyectos que aún están por ver la luz. De su obra he aprendido que los dragones no siempre son lo que parecen, o que todavía se pueden dar muchas vueltas de tuerca a las historias ambientadas en el oeste.
Pero además de eso he gozado de un privilegio especial, y es que continuara con mi propia obra allá donde la había dejado. En concreto, tomó con extrema habilidad el personaje de Perséfone, una simple mercenaria traicionera con armas invisibles, para convertirse en sus manos en un personaje de múltiples facetas y con una rica e intrincada personalidad. El hecho de que una autora prosiga allá donde tú lo dejaste, y tengas la inmensa suerte de estar allí para disfrutarlo, como un lector más, es algo que sin duda está al alcance de pocos y que gracias a ella he podido saborear.
Nuestra amistad perdura e incluso en la actualidad determina mis pasos, pues de no ser por ella nunca habría escuchado hablar de mi última editorial, que ella misma me recomendó. Por todo ello no puedo por más que deshacerme en elogios al hablar de esta autora que, sin duda, merece un reconocimiento mucho mayor del que ha tenido todos estos años».
© Copyright de Pily Barba para NGC 3660 y el proyecto Adopta una Autora, Mayo 2017