Nacido en Barcelona en 1934, Antonio Vera Ramírez finalizó en 1953 sus estudios de Peritaje Mercantil, ingresando acto seguido en la banca. En 1958 comenzó a escribir novelas de aventuras, sacrificando el tiempo y los días libres que le dejaba su empleo. El primer western, titulado Un hombre busca a otro hombre, apareció en marzo de 1959. Su producción novelística era muy reducida antes de la década de los sesenta, pero sabía ya muy bien cuál era su verdadero camino en la vida. Así pues, en 1962, y tras no pocas reflexiones propias y ajenas, asumió sin más dilaciones ni indecisiones (o sea, sin más temores de índole pecuniaria) su vocación manifestada ya en la infancia, y abandonó su empleo en la banca para dedicarse por entero a escribir novelas de aventuras con el seudónimo de Lou Carrigan; seudónimo que, según cuenta, le fue inspirado por un ángel que pasaba volando por allí justo en el momento en que puso fin a su primera novela. En los comienzos de su larguísima trayectoria profesional (más de 1.000 obras en cuarenta años), su producción consistió básicamente en novelas de aventuras de todos los géneros, publicadas casi todas con el mencionado seudónimo de Lou Carrigan, que muy pronto se hizo famoso en todo el continente americano y por supuesto en España. El total de obras publicadas hasta el año 2004 es de alrededor de 1.100, y prácticamente todas han sido reeditadas, algunas de ellas cuatro o cinco veces, con lo que se puede calcular que en total se han realizado más de 3.500 ediciones solo en España, a las que habría que añadir unas 2.500 en el extranjero. Lou Carrigan ha escrito también una considerable cantidad de relatos para España, y guiones de comics directamente para Francia (ilustrados por su amigo el gran dibujante –y pintor– Luis Montañá), de entre los que cabe destacar su creación de los personajes Bwana y Thunderman. Y para Alemania muy especialmente numerosos capítulos del personaje He Man, de la serie Masters del Universo, algunos de los cuales han sido utilizados como base argumental y fuente de ideas en los telefilmes para diversos episodios de esta famosa serie juvenil. Aparte de los mencionados guiones para comics, algunas de sus obras han sido traducidas en Francia, Holanda e Italia, y prácticamente todas en Brasil y Portugal. Por si no fuera suficiente la labor literaria, Antonio Vera se lanzó alegremente (y muy ingenuamente) al mundo editorial, iniciando esta nueva andadura con la publicación de la serie de Brigitte Monfort, a la que tituló Baby, Espía Mortal, de nuevo contando con la acertada colaboración artística de Luis Montañá para la maquetación de los volúmenes y las ilustraciones interiores. Su vida como editor fue brevísima por el único y simple pero contundente hecho de no disponer de la adecuada (y absolutamente indispensable) red de distribución y venta, y en ella perdió dinero e ingenuidad y ganó prudencia e incluso sabiduría. No menos cierto es que, en general, el artista carece de visión comercial, así que Vera Editor (clásico y escarmentado ejemplo de lo recién dicho) desapareció rápidamente del mercado editorial y Lou Carrigan reanudó su labor novelística. (Con un resto de valor –y un nuevo arrebato de insensatez, que ya no se repetiría–, Vera Editor se atrevería poco después a publicar una pequeña revista de ámbito muy reducido, que también tuvo una vida breve y que –¡milagro!– no le hizo perder dinero; pero sí algo mucho más valioso: tiempo).
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PREMIOS RECIBIDOS
PREMIO IGNOTUS 2008:
Mejor cuento: La apertura Slagar
y mejor web
PREMIO IGNOTUS 2010:
Mejor web