Extravío – Breve

Por Eva Díaz Riobello

La víspera del Día de Muertos sorteamos quién vigilaría el camposanto durante los festejos. La mala suerte quiso que fuera yo. Desde la tapia del cementerio, miraba a mis amigos disfrazados, bailando con las muchachas, y se me revolvían las tripas de envidia. Así me distraía cuando vi a una chica muy linda con el vestido embarrado que caminaba entre las lápidas. Estaba pálida y se apretaba el brazo contra el pecho, como si estuviera herida, mientras registraba con afán los huecos de los nichos. Le ofrecí mi ayuda, pero ella negó con la cabeza y se alejó tristemente. Era tan bonita. No volví a verla, pero encontré lo que había perdido. Al anochecer descubrí lo que parecía una tarántula blanca correteando a los pies de la verja. Cuando la atrapé, me acarició los dedos y observé que llevaba un anillo de bodas. Hasta sus uñas eran lindas.

© Copyright de Eva Díaz Riobello para NGC 3660, Noviembre 2017 [Especial Halloween]