Por Javier Arnau
Anticipo para una vida que no nos corresponde,
una vieja deuda contraída con nuestros ancestros,
un testamento escrito en las estrellas.
soles que agonizan, linajes que se extinguen
sagas que languidecen… flores que se marchitan.
En las Eternas Máquinas de Pensamiento Aleatorio
una duda se plantea, una idea se rebela,
una vida se escapa;
la penumbra celestial afecta nuestro raciocinio
y una gota de materia estelar sublimada
confiere a nuestra estirpe, solitaria en el cosmos
un poder nunca imaginado,
y, después de probarlo,
confirmamos lo que siempre,
desde la noche de los Tiempos,
desde que el Universo era solo una mota,
en los ojos del Señor de la Entropía,
un débil pensamiento en la mente
de la Emperatriz de la Eternidad,
hemos sospechado:
es culpa nuestra, es nuestro pecado,
que en la inmensidad celestial,
en la vastedad del cosmos
la flor de la vida se haya marchitado
y solo quedemos nosotros,
sagas en extinción, estirpes en decadencia,
máquinas que nos sustituyen…
© Copyright de Javier Arnau para NGC 3660, Abril 2019