Domori

|  Sofía Rhei | Editorial Cerbero | Colección: Wyser nº5 | CF | 2017 | 
| ISBN: 978-84-946422-4-1 | 162 págs. 5€

Por Pily Barba

Portada Domori

Las cosas como son: hasta el momento no había leído nada de Sofía Rhei, y lo único que sabía a cerca de su trabajo es que era muy bueno. ¡Pues muy bien! ¡Estupendo! Eso, amiguitas y amiguitos, es como no saber nada, puesto que una no sospecha de dónde partieron los rumores y hoy en día prácticamente todo el mundo le hace la rosca a todo el mundo, y esto significa que, desgraciadamente, cuando los piropos son auténticos, ya casi ni nos los creemos. Así pues, me dispuse a leer Domori tranquila y confiada; manteniéndome a la expectativa y sobre todo con ganas de quedarme satisfecha. Pero poco más.

Ingenua de mí…

Veamos, ahora podría evitar una reseña ultra larga y mega sesuda resumiendo la experiencia de mi lectura como sigue: Domori se abre camino directa al intelecto del lector con la velocidad y la precisión del rayo: tanto la trama como sus distintos escenarios, son increíblemente atractivos. En realidad, toda la novela lo es. Y fin. Pero entiendo que sería poco, ¿no es cierto?

Muy bien, entonces añadiré que Domori nos habla de una raza con ese mismo nombre, y en el momento en el que se nos presenta, se encuentra en grave peligro merced a su guerra contra las abejas —las asesinas de niños—. Su protagonista, Luna Roja, junto a su actual compañero, va directa a la boca del lobo dispuesta a vengar a los cazadores que perecieron recientemente y, por supuesto, al resto de los miembros de su raza anteriormente asesinados. Para ello, han de quemar colmenas, incendiar todo lo que encuentren a su paso y, en definitiva, arrasar con cualquier vestigio de una raza tan dañina. Pero a ambos guerreros, en plena misión suicida, se les termina la suerte y a partir de ese momento…

… Paro ahí. Y que conste que ya sé que así resumido no dice mucho la cosa, al menos es la sensación que me da conociendo todo lo que encierra Domori, pero no se puede profundizar más sin caer en el spoiler. Ahora bien, sí se puede contar de qué va realmente el grueso de la novela. Domori va ni más ni menos que de la identidad, o lo que es lo mismo, de intentar saber si verdaderamente uno mismo es UNO MISMO y los demás son el resto. Es decir, si hablamos de entidades totalmente independientes, únicas y, por tanto, especiales. También va de saber si todo aquello que nos caracteriza es verdaderamente nuestro, porque, ¿y si no es así? Asimismo, Domori trata sobre la colonización u hospedaje. Y no hablo de apropiarse de terrenos precisamente… me refiero a la usurpación de un sujeto por otro (a veces incluso sin permiso), y a cómo se siente el primero al ser «colonizado». Y así, hallaremos razas muy dispares; hombres y mujeres planeta plenamente terraformados, y luego están los otros, los huéspedes… Por otra parte, también seremos testigos de las distintas formas de invadir un cuerpo y de cómo hacer para convivir formando parte de él; transformándolo ni más ni menos que en el hogar, y respetándolo en la mayoría de los casos ya que, en el fondo, no queda más remedio si se quiere estar a gusto y vivir en paz y armonía. Justo lo que no hacemos con nuestra Tierra. ¡Vaya! ¿Que Domori podría contener además mensaje? Varios, diría yo.

¿Y no os parece emocionante? Lo es, porque además todo este trasfondo está acompañado de unos diálogos maravillosos y, en general, mucha, muchísima frescura e imaginación. Además, sus personajes resultan creíbles y próximos, y atrayentes, desde luego son el vehículo perfecto para contar una historia aparentemente pequeña que, como ya he dicho, con solo rascar un poquito descubriremos que de pequeña no tiene nada, y de profunda, bastante.

Y es que Sofía Rhei sabe medir a la perfección la cantidad de todo lo que es necesario para construir una trama redonda, entretenidísima, y lo que es más difícil y le da, por cierto, toda esa redondez que tiene: sin ningún tipo de altibajo.

Conclusión: Domori es rápida, directa y vibrante. Personalmente la he disfrutado con el entusiasmo de una chiquilla. Y diré más: sin ánimo de ofender a nadie, de las tres novelas leídas de Editorial Cerbero, Domori es, con diferencia, la que creo que mejor se adapta al formato y, de hecho, la que más me ha gustado.

Y ahora ya sí: FIN.

© Copyright de Pily Barba para NGC 3660, Septimbre 2017