Dirk Gently: Agencia de Investigaciones Holísticas

| Título original: Dirk Gently’s: Holistic Dectective Agency | EEUU | 2016 | CF |
| Creador: Max Landis/Douglas Adams | Directores: Paco Cabezas, Dean Parisot| 
| Original de Netflix | 1ª temporada: 8 episodios |

Por Pily Barba

Cartel Dirk Gently: Agencia de Investigaciones Holísticas

De acuerdo, puede que este año mi currículum de series no sea apabullante, pero unas cuantas sí he visto y puedo decir que, de todas ellas, Dirk Gently es la mejor sin lugar a dudas. La primera temporada, estrenada en Netflix en el mes de diciembre del pasado año, consta de tan solo ocho capítulos y está coproducida por BBC America. Creada, además, por ese loco que es Max Landis (Chronicle o American Ultra), y, según parece, tras mucho esfuerzo (no he leído la novela de Douglas Adams, pero, visto lo visto, tiene que ser un tremendo lío. De hecho, Paco Cabezas, director de los dos últimos capítulos (o Carne de neón, Penny Dreadful…) comenta que la serie ha sido bastante fresca. Y a la fuerza: Landis consideraba la novela casi imposible de adaptar). Sea como fuere —aun desconociendo el trabajo original—, bajo mi punto de vista esta primera temporada ha quedado ultra redonda.

Dirk Gently (interpretado por un magnífico Samuel Barnett) nos viene a contar las aventuras, o tal vez deberíamos decir el primer caso, de un excéntrico ¿súper detective?; un individuo venido de, no sabemos muy bien dónde (ni por tiempo ni por lugar), y siempre dispuesto a ponerlo todo patas arriba en pos de cumplir una misión. Además, entre muchos otros propósitos aledaños, también tiene el de irrumpir en la vida del que se convertirá, lo quiera o no, en su sufrido «compañero»: Todd Brotzman (Elijah Wood).Todd, un apocado botones que, un buen día, entra a trabajar como cada mañana, pero esta vez dispuesto a pedirle un adelanto a su jefe para poder conservar, de paso, su pellejo, a la voz de ya empieza a vivir una constante paranoia hasta dar con sus huesos en una de las habitaciones del hotel donde tiene lugar un panorama realmente dantesco: la escena de un crimen casi imposible, aparatoso y múltiple. Todd, tras ser testigo de no sabemos muy bien qué, en vez de recibir la comprensión por parte de su jefe y, de paso, el adelanto que esperaba, termina siendo despedido y es entonces cuando se materializa un educado pero algo lunático muchachito: el inglés Dirk Gently, que dice ser detective pero que tiene poca pinta de ello. Al menos, en lo que a detectives al uso se refiere.

Pues bien, he aquí precisamente uno de los aspectos más característicos del perfil del personaje y, por ende, de la serie: la personalidad de Dirk que, a pesar de lo que se diga, tiene más de comandante Data cuando este emula a los humanos, que de Sherlock Holmes, aunque sí es cierto que también tiene mucho de Doctor Who. Como sea… este, en vez de seguir pistas y la irrebatible lógica, confía más en aquello que le aguarde el universo; no deja de darle la bienvenida tanto al orden y como al caos, y cree firmemente que él está siempre donde debe estar y a su alrededor ocurrirá lo que deba ocurrir. ¡Toma del frasco! Pues bien, aquí tenéis ni más ni menos que su método de trabajo; esta es su forma y la filosofía que sigue a la hora de resolver el caso que nos atañe.

No obstante, Dirk Gently no es ni de lejos el mejor personaje de la serie, no nos confundamos. En realidad, no sé si hay mejor personaje, y tampoco tengo claro quién es el protagonista, dado que Todd es a quien seguimos prácticamente en todo momento. Sea como fuere, el resto del elenco, los grandísimos personajes secundarios, no tienen desperdicio (y qué grandísimas interpretaciones); desde la preciosidad negra que les salva el culo en más de una ocasión a ambos (detective y acompañante) interpretado por Jade Eshete, hasta una loquísima, bruta y desagradable Bart; la asesina holística, o lo que es lo mismo, la némesis de Dirk Gently encarnada por una horrorosa (solo en la ficción) Fiona Dourif. Pero hay más, muchos más: los polis de turno (entrañables y, a su modo, carismáticos); la hermana de Todd (Hannah Marks); Ken (Mpho Koaho) el hacker y acompañante circunstancial de Bart…

En cuanto al argumento, me niego a contar más de lo que he contado; ni en qué consiste la misión, ni qué eslabón representa cada personaje… nada más, solo lo evidente: a partir del momento en que Dirk Gently aparece en la vida de Todd Brotzman, todo empieza a ser una auténtica locura y seremos testigos de una primera temporada increíblemente adictiva por lo divertida que es; imaginativa, muy loca y tremendamente original, aderezada, por si todo esto fuera poco, con un alto componente ciencia ficcionero que abarca asimismo los viajes en el tiempo. ¡Y qué bien hilado queda todo! (Y lo difícil que es que esto ocurra).

Pero además de su brillante sentido del humor, también tiene sus momentos emotivos, pocos, pero tal vez tan brillantes como sus chistes; imprescindibles a todas luces y sin ñoñerías.

Y volviendo a su imaginativa, en cuanto a su ambientación o a sus escenarios, resulta que con muy poco consiguen que el espectador alucine pepinillos: no necesitan grandes decorados, ni deslumbrantes efectos de luces o un vestuario despampanante. Y precisamente todo esto es lo que la convierte en una absoluta maravilla. Absoluta de verdad.

En cuanto a su banda sonora, obra del chileno Cristobal Tapia de Veer, es de todo menos convencional: a veces electrónica, a veces industrial, y siempre magnífica…

Dicho esto, ya solo me queda esperar esa segunda temporada; confirmadísima y que constará de diez capítulos (¿en serio? ¿Tan pocos? Aunque si cada temporada pertenece a un caso… además, luego está eso que dicen de que lo bueno, si es breve, dos veces bueno); procurando no ser demasiado exigente con todo lo que venga después (me refiero a otras series). He tenido la oportunidad de elegir mi serie favorita del año, así que, por el momento, con eso habré de conformarme. Qué remedio.

© Copyright de Pily Barba para NGC 3660, Mayo 2017

| Intérpretes: Samuel Barnett, Elijah Wood, Jade Eshete, Fiona Dourif… |
| … Hannah Marks, Aaron Douglas… | Música: Cristobal Tapia de Veer |