Cristina Jurado responde

 

 

Entrevista realizada por José Jorquera

cristinajuradoCristina Jurado (Madrid, 1972). Reside en Dubái. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad de Sevilla y tiene un máster en retórica de Northwestern University (EUA). Su novela Del naranja al azul, publicada en 2012 por Novum Publishing España, se ha convertido en todo un referente de la Ficción Científica en español. Además, ha publicado relatos en antologías y revistas (miNatura, Fabricantes de sueños o Cuentos desde el otro lado) y es la autora del blog dedicado al género Más ficción que ciencia. Completa su extenso currículo como editora de la antología Alucinadas y directora de la revista SuperSonic. Sin olvidar que ha recibido el premio Ignotus a mejor artículo por «Antologías de ciencia ficción en España» en 2016.

¡Fascinante! Ante semejante currículo, a uno le entra el tembleque. Supongo que sientes orgullo al ver todo lo que has conseguido tras tanto duro esfuerzo. ¿Cuándo empezaste este arduo camino te imaginabas que ibas a conseguir tus metas? Siento curiosidad por saber cómo fue el proceso y qué te mantuvo firme en tu empeño.

Gracias por tus palabras, pero no creo tener un currículum impresionante ni me siento referente de nada. Hay muchas otros autores y autoras que tienen una trayectoria muchísimo más interesante. Empecé a escribir ficción bastante tarde, porque había una historia que llevaba años obsesionándome, y al descubrir las redes sociales, comencé a interactuar con blogueros españoles. Nunca imaginé que nadie me tomara en serio, ni mucho menos que leyeran mis textos. El mundo de la ciencia ficción, la fantasía y el terror en España es pequeño con relación a otros géneros: en un tiempo relativamente corto puedes conocer a mucha gente. Supongo que iniciar mi blog, Más ficción que ciencia, supuso un punto de inflexión: la gente empezó a conocerme e incluso contestaban mis preguntas cuando les pedía hacerles una entrevista. Quizás por la cantidad de tiempo que paso en las redes sociales, es normal que estableciera relaciones de amistad con mucha gente dentro y fuera de España. Poner a la gente en contacto hizo que ciertas oportunidades surgieran, como participar en antologías como autora o editar otras, como en el caso de Alucinadas. A partir de ahí, han ido surgiendo más y más oportunidades. Una manera de utilizar todos mis contactos fue crear SuperSonic, una revista diferente que incluye contenidos en español e inglés porque los tiempos están cambiando y necesitamos toda la ayuda que podamos para proyectar el trabajo de los creadores (autores, ilustradores, editores, traductores, blogueros, etc) fuera de nuestras fronteras. No sé si es empeño, pero soy bastante testaruda por naturaleza.

alucinadas¿Cuándo escribes qué pretendes trasladar? ¿Qué hay detrás de cada relato? ¿Qué te impulsa a escribir?

Quedaría muy bien decir que hay grandes ideas detrás de lo que escribo, pero la verdad es mucho más prosaica. Escribo simplemente lo que se me ocurre: siempre he tenido una imaginación que va por libre y una necesidad imperiosa de desarrollar mi creatividad. Desde pequeña he inventado historias y me ha divertido contármelas a mí misma. Hasta que entré en la treintena nunca me había planteado escribirlas porque me parecía (y me sigue pareciendo) que el oficio es muy difícil y le tengo mucho respeto. No me interesa escribir sin más, sino hacerlo de una manera cuidadosa, tanto en lo que cuento como en cómo lo cuento. Mi forma de pensar es bastante caótica y suelo relacionar conceptos e ideas que no parecen tener nada en común. Eso es muy bueno para desarrollar la creatividad pero también peligroso porque puedes llegar a crear asociaciones vacías. Mi profesión de publicista me ha permitido utilizar esa capacidad para ganarme la vida (aunque ya llevo unos años sin ejercer) y creo que escribir me ha servido para gestionarla de una manera productiva.

¿Piensas que una buena historia siempre ha de transmitir algo?

Mi amigo, el periodista bilbaíno José Luis Merino, me dijo hace un tiempo que, cada cosa que escribiera, tenía que hacerme «temblar», en el sentido de vibrar. Creo que eso se puede extender al lector. Eso no identifica necesariamente a una obra como buena o mala, para eso hay criterios establecidos por los estudiosos de la literatura, pero creo que desde el punto de vista del lector una «buena» historia no debe dejarte indiferente. Primero, te tiene que interesar lo suficiente como para que continúes leyendo después de la primera frase. Segundo, tiene que mantener tu interés a lo largo de todo el texto. Tercero, debe terminar de manera que ofrezca un final satisfactorio para la narración y con «satisfactorio» no quiero decir que tenga un final feliz, ni siquiera «cerrado», sino capaz de resolver la tensión creada. Si entonces te apetece leer más obras de ese autor o autora, o incluso de ese género, entonces la historia ha cumplido su objetivo: ha activado tu interés por la literatura.

Cuando se habla de escritoras en lengua española de fantasía y ciencia ficción, se percibe de forma clara la enorme dificultad que tienen las mujeres para publicar. ¿Cómo crees que se puede fomentar que las mujeres escriban este tipo de géneros?

No se puede negar a la mitad de la población el acceso a las oportunidades que la otra mitad disfruta. Creo que últimamente las cosas están cambiando porque el sector se está dando cuenta de que la sociedad está en plena transformación: hay muchas más mujeres que antes en puestos de autoridad en el sector editorial; la mujer está consiguiendo poco a poco un reparto de tareas más equitativo en el ámbito doméstico y en el cuidado de la familia, lo que le permite contar con más tiempo libre que puede dedicar a hobbies como escribir (la mayoría de autores y autoras de género de este país no vive de escribir, eso hay que recordarlo); hay muchas más mujeres que se sienten atraídas por las ciencias y la tecnología como salida laboral o como interés particular; hay menos prejuicios imbuidos en la educación (aunque sigan existiendo) y no se proponen lecturas o actividades distintas a niñ@s en los colegios… He visto en los últimos años un interés creciente por parte de editoriales y lectores por abordar este problema y, lo que es más importante, no se trata solo de debatirlo y buscar las causas, sino de realizar acciones concretas para buscar una situación más igualitaria. Las antologías incluyen más autoras (he sido testigo de cómo editores buscaban activamente la paridad), las editoriales empiezan a confiar en más autoras, las propias autoras se animan a escribir más porque ven que existen posibilidades de publicación, hay iniciativas específicas como La Nave Invisible que tiene un programa de «adopción de autoras», hay acciones como #leoAutoras para incrementar activamente las lecturas de autoras… Esto se tiene que hacer extensible a otros colectivos como el LGTB+ para que tod@s l@s autor@s gocen de las mismas oportunidades.

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¿Qué perspectivas o ideas nuevas puede aportar una mujer a la narrativa fantástica y de ficción científica? ¿Existe un feminismo literario?

Voy a empezar contestando a la segunda pregunta: sí existe un feminismo literario, y creo que poco a poco los postulados feministas formarán parte del sentido común colectivo. Cuando un autor decide alejarse de los estereotipos de género en su obra, cuando un editor busca la paridad entre autores y autoras en una antología, cuando los premios nominan a creadores y a creadoras, se está realizando una reivindicación feminista que va a terminar por normalizarse. Hay que recordar que el feminismo busca la igualdad de derechos entre los géneros (no la superioridad de uno frente a otro) y cuando esa igualdad no solo se consiga sino que se normalice, todos escribiremos literatura feminista de una u otra forma.

En cuanto a la primera pregunta, no me gusta nada hablar de perspectivas nuevas por parte de las autoras por el simple hecho de tener un sexo distinto. Eso sería como esperar que los autores y autoras del colectivo LGBT+ ofrecieran ideas o perspectivas diferentes solo por pertenecer a ese colectivo. Cada persona ofrece un enfoque diferente basado en su experiencia y su manera de entender el mundo, por lo que creo que hay tantos como millones de seres humanos sobre la Tierra. Estoy totalmente en contra de la idea de que las mujeres y los hombres «pensamos» de manera distinta. Es un constructo social que se ha creado para perpetuar los roles de género en la civilización actual, pero no me parece cierto en absoluto. Esto afecta no solo a las autoras sino a los autores también: no me creo la patraña de que un escritor no pueda escribir personajes femeninos creíbles. De la misma manera, no creo que las escritoras tengan una mirada que se pose más en las relaciones humanas o que no sean capaces de escribir ciencia ficción dura. No se puede negar que hasta hace muy poco las escritoras optaban por géneros como el romántico por razones educativas, sociales, etc., (no se les dejaba estudiar carreras técnicas o científicas, se las animaba a consumir un tipo de literatura que reforzase los roles sociales establecidos, se las tutelaba a lo largo de toda su vida para impedirles ser independientes…), pero que ellas vengan de Venus y ellos de Marte me parece una soberana estupidez con la que, por supuesto, no estoy de acuerdo. 

¿Cómo ves el papel de los personajes femeninos en la literatura en general y en la ficción científica en particular?

Creo que, en términos generales, los personajes femeninos en la literatura han reflejado el rol tradicional de la mujer, aunque a veces lo hayan explorado precisamente poniendo de manifiesto su encorsetamiento y limitaciones. Afortunadamente hoy en día los autores y autoras y las editoriales están apostando por personajes cuyos roles son más acordes con los tiempos. En concreto, en la ciencia ficción, no solo hay historias en las que las mujeres tienen un protagonismo del que antes carecían, sino que incluso cuando son personajes secundarios presentan personalidades más complejas y ricas, alejándose paulatinamente de los estereotipos. También estamos asistiendo a la aparición de obras que experimentan con los roles de género, por ejemplo Justicia Ancillar de Ann Leckie, en la que se utilizan solo pronombres personales femeninos para referirse a cualquier personaje.

Aprovechando tu faceta de editora, voy a continuar con unas preguntas sobre el tema. ¿De dónde surgió la idea de las antologías Alucinadas? ¿Qué te ha aportado esta experiencia?

Alucinadas es una idea original de Cristina Macía en 2014. Yo había participado junto con el resto de blogueros de El Fantascopio, un magazine online, en la traducción del artículo de Kameron Hurley premiado con el Hugo y que trataba sobre la invisibilidad de las aportaciones de las mujeres en la historia. Ella me propuso hacer algo concreto para remediar la falta de autoras de ciencia ficción en nuestro país: editar una antología. Por motivos de trabajo, ella no podía encargarse de organizar la convocatoria y elegir los relatos, por lo que me pidió que lo hiciera. Ella aportó a través de Palabaristas, el pequeño sello digital que capitanea, la logística financiera y técnica, y yo recluté a mi amiga y bloguera María Leticia Lara Palomino del blog Fantástica Ficción para que me ayudara en las labores de edición. El resto, es historia.

Esta experiencia, y el hecho de que Cristina confiara en mí para gestionarla, me dieron el impulso que necesitaba para iniciarme en la edición, primero con la revista SuperSonic, y después con otras antologías, como WhiteStar.

whitestarHas sido una de las artífices de la antología WhiteStar, dedicada a David Bowie y con la que, toda la recaudación irá a la asociación contra el cáncer. ¿Me puedes contar algo sobre el proyecto y dónde conseguir un ejemplar?

El proyecto se inició el 10 de enero de 2016, cuando se hizo pública la muerte de David Bowie. Como referente musical y cultural, las muestras de cariño y los adioses se sucedieron durante horas. Yo escribí en las redes sociales mi deseo de que alguien organizara una antología de relatos basados en el universo de Bowie y Cristina Macía me contestó que, si yo la editaba, ella la publicaría. Las adhesiones al proyecto se dispararon: al final, 32 autores de Argentina, Colombia, México, Uruguay, España y el Reino Unido nos unimos para hacerla realidad. Decidimos de inmediato que los beneficios fueran a parar a una causa solidaria, concretamente la Asociación Española Contra el Cáncer. Realizamos la presentación en una fiesta durante la EuroCon 2016 de Barcelona que se simultaneó con una fiesta en Buenos Aires donde los autores argentinos que habían participado no solo mostraron ilustraciones a sus cuentos realizadas por artistas locales, sino que un grupo musical, The Tin Spiders, formado por alguno de ellos para la ocasión tocó versiones de las canciones de Bowie. El libro está dedicado a la autora norteamericana Pat Cadigan, que está luchando contra la enfermedad que nos arrebató a Bowie y ya nos hemos puesto en contacto con ella para hacerle llegar el libro y las ilustraciones de los artistas lationamericanos que se realizaron. Actualmente estamos trabajando para que se publique una edición en papel en argentina.

El libro se puede adquirir aquí a través de la plataforma online Lektu.

¿Qué opinas del panorama editorial actual?

Me parece tremendamente injusto que la creación de arte y cultura no sea debidamente valorada, ni económica ni socialmente. Es vergonzoso que sea tan difícil vivir de lo que uno escribe, corrige, traduce, ilustra o edita. Tan solo unos pocos autores pueden vivir de su trabajo en nuestro país, al menos en literatura de género, y pequeñas editoriales y profesionales que trabajan por cuenta propia, tales como traductores, correctores o ilustradores viven en muchos casos en el umbral de la pobreza. Las trabas administrativas son alucinantes. Por su parte, los grandes y medianos sellos suelen arriesgarse menos, pero me alegra cuando apuestan por la calidad, como es el caso de Nova, Fantascy, Alianza, Kailas, Stella Maris, etc… Lo que sí puedo decir es que admiro profundamente la labor de las pequeñas editoriales, micro-sellos y editoriales online, que se exponen y luchan a pesar de contar con medios muy limitados.

¿Crees que las editoriales pequeñas acabaran desplazando a las grandes en cuanto a calidad, ya que no a comercialidad, de las obras?

La labor de las editoriales pequeñas, de las independientes e incluso de los micro-sellos es fundamental para la buena salud de la industria literaria. Son capaces de apostar por títulos y autores noveles, experimentales, o simplemente que se mueven en los márgenes de los géneros, algo que la mayoría de las grandes no puede permitirse. Me parece que su aportación es imprescindible y que realizan un trabajo de contrapeso a la labor de las grandes compañías, algo muy necesario para que la literatura no se quede anclada en las mismas fórmulas. Me gustaría que las trabas administrativas y fiscales desaparecieran de manera que pudieran funcionar con menos presión. Creo que eso enriquece el sector. No creo que vayan a desplazar a las grandes y no me gusta analizar la situación actual desde esa perspectiva, simplemente porque creo que hay sitio para todos. Las pequeñas, sirviendo como vanguardia, y las grandes, reafirmando tendencias.

Una curiosidad. ¿En qué te basas para seleccionar una obra para su publicación? ¿Qué consideras más importante? ¿La calidad de la obra, de la historia, lo innovadora que es, si posee, o no, viabilidad económica o más bien es un conjunto de todas ellas?

Nunca me he dejado llevar por la viabilidad económica porque no estoy en esto por dinero, afortunadamente. Por lo tanto, puedo permitirme el lujo de apostar por ideas que no me dejen indiferente, que estén escritas con cuidado y buscando hacer algo distinto en el fondo o en la forma. Si estuviera al frente de una editorial quizás pensaría de forma diferente, pero mientras mi labor se limite a editar, y haya algún sello que me respalde, seguiré haciéndolo. También creo que, si la historia tiene calidad, el lector se dará cuenta. Confío mucho en el olfato de los lectores. Soy de las que piensa que nunca hay que subestimarlo.

Sé que ha pasado tiempo desde la polémica de los Premios Hugo en 2015, pero no puedo resistirme a preguntarte tu opinión sobre todo el asunto. ¿Te sorprendió lo ocurrido?

No me sorprendió en absoluto porque es una polémica que se arrastra desde hace unos años: hay un grupo de ideas conservadoras (ultra-conservadoras, diría yo) dentro de la CF que es muy evidente en la Asociación Norteamericana de CF, fantasía y terror y que se opone a que los premios de la asociación reflejen la diversidad étnica, cultural, sexual, etc., de la sociedad actual. Pretenden que se sigan nominando y premiando obras del estilo de las de la Edad de Oro de la CF, cuando Heinlein o Asimov copaban premios e interés de la crítica y el público. Sus pretensiones no son realistas porque la sociedad ha cambiado, les guste o no, y lo normal es que un género que es intrínsecamente hijo de la cultura popular, refleje esos cambios. Me parece que su actitud no es realista y que terminarán o bien diluyendo su postura o creando un premio paralelo que refleje los intereses de su pequeño grupo.

¿Podrías recomendarnos alguna novela que hayas leído últimamente que te haya enganchado, fascinado o que pienses que deberíamos leer dentro de los tres géneros de la web terror, fantasía y CF, con especial hincapié en autores nacionales?

Creo que todo el mundo debería leer a Guillem López y a Felicidad Martínez. Ambos forman parte de una generación que ha integrado los postulados feministas en su obra, que conoce la obra de autores extranjeros en su idioma original y que son hijos de la cultura audiovisual. La polilla en la casa del humo de Guillem es una distopía subterránea sobre la supervivencia (¿no los son todas las distopías?) que no puede dejar indiferente al lector. La prosa es precisa, amena y con un ritmo endiablado, además de estar plagada de reflexiones existencialistas. La mirada extraña de Felicidad es un fix-up de cuatro novelas cortas en las que se presentan cuatro sociedades alienígenas. Lo interesante es que están escritas desde el punto de vista de cada sociedad, lo que exige al lector un trabajo de interpretación que me parece muy acertado.

dnaz¿Hay más proyectos que bullan en tu cabeza? ¿Puedes adelantarnos algo en lo que estés trabajando para sorprendernos?

Actualmente estoy trabajando en una novela corta titulada CloroFilia que saldrá publicada con la joven editorial gaditana Cerbero. Estoy trabajando también en un par de relatos para esta primera mitad de año y muy pronto publicaré la nueva versión de Del Naranja al Azul, mi novela post-apocalíptica, con Palabaristas. Por otro lado estamos editando el número de abril de SuperSonic que incluirá relatos de Mike Resnick, Angela Slatter, Lavie Tidhar, Han Song y Yoon Ha Lee, y otros autores españoles que pronto desvelaremos. A partir de este año la revista tendrá dos números en español (en abril y octubre) y uno en inglés en noviembre para ofrecer al resto del mundo una idea de lo que los autores en español están haciendo.

Además, este año verá la publicación de mi primer libro de relatos en inglés, titulado Alphaland, gracias a la editorial Nevsky.

¿Qué tal tu relación con el fándom? Ya que estás en primera línea, tanto con tu blog, como por la parte de edición. Recibes comentarios, críticas, etc. ¿Qué te ha aportado esta experiencia?

Tengo bastante suerte: conozco a mucha gente dentro del fándom después de pasar años y años interactuando con ellos a través de las redes sociales. Gracias a esas interacciones he aprendido mucho y sigo aprendiendo cada día. La gente con la que tengo contacto diario se ha convertido en amiga, demostrando que están ahí cuando se les necesita. Por mi parte, el balance es muy positivo, a pesar de haber sufrido algunas desilusiones por el camino, algo normal en las relaciones humanas, por otro lado.

Agradecerte desde NGC 3660 el tomarte el tiempo suficiente para contestarnos, ya que sabemos que tienes una vida bastante ajetreada. Un verdadero placer. Las últimas palabras son tuyas.

No puedo terminar sin agradeceros que me deis la oportunidad de darme a conocer a través de NGC 3660. A pesar de lo que puedan reflejar mis respuestas, no me tomo a mí misma demasiado en serio por salud mental. Y cualquier cosa que se haga en este país por apoyar la literatura de género tiene que ser muy bienvenida, como vuestra labor. ¡Ha sido un placer!