Por Toni Ávila
Un montoncito con forma de volcán encima de la cama había quedado del señor y de la señora López tras ser fulminados por el rayo calórico de Misifús, su gato. El minino recogió los restos y, mientras los esparcía por su cajón de arena, pensó en lo mucho que le hubiera gustado conservarlos como mascotas. Después se tumbó en el sofá a esperar. De un momento a otro, llegarían las naves nodriza.
© Copyright de Toni Ávila para NGC 3660, Abril 2017